«Los profesores necesitan competencias emocionales»

Entrevista. Bisquerra defiende la necesidad de contar con educación emocional en las escuelas. Dice que mejoraría un 11% el rendimiento y hasta ayudaría a evitar muertes violentas

02 octubre 2020 19:10 | Actualizado a 06 octubre 2020 06:18
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Rafael Bisquerra (Artà, Mallorca, 1949) es presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar (RIEEB) y Catedrático de la Universitat de Barcelona. Participa en los webinars que está organizando EduCaixa.

¿En qué momento la escuela se dio cuenta de que las emociones de sus alumnos entran en la ecuación del aprendizaje?

Yo diría que la escuela todavía no ha llegado a darse cuenta plenamente. De momento lo que tenemos son algunas escuelas que sí están sensibilizadas, pero esto no es todavía generalizado.

Entonces cuando hablamos de los docentes la situación debe ser parecida.

En la formación inicial del profesorado no está contemplada la educación emocional. En 2002 se creó el posgrado en educación emocional en la Universitat de Barcelona y ha sido un referente, hasta tal punto que en los últimos quince años han proliferado formaciones pero que generalmente los profesores tienen que pagar de su bolsillo.

¿Qué beneficios tiene para el aprendizaje la educación emocional?

Muchos problemas en el aprendizaje tienen que ver con falta de atención, impulsividad, ansiedad, estrés, etc. Cuando la educación emocional se pone en práctica se ha observado, a través de estudios científicos con miles de estudiantes, que hay un aumento en el rendimiento académico que se ha llegado a valorar en un 11% de mejora... Si España mejorara un 11% el rendimiento académico nos situaríamos entre los mejores países en las pruebas Pisa.

E insiste en los beneficios para la sociedad.

Sí, porque contribuye a la prevención de ansiedad, estrés, depresión, violencia, consumo de drogas, acoso escolar.... Un ejemplo es la prevención de la violencia. La mayor parte de la violencia se activa a partir de la ira, entendida como rabia, furia, cólera, indignación, etc, que no somos capaces de regular de forma adecuada y esto causa al año más de un millón de muertes violentas en el mundo. Esto ya justificaría un esfuerzo en educación emocional.

Los profesores, ¿qué ganan?

El profesorado ha sido formado para impartir materias académicas y eso es muy importante, pero no es suficiente porque entrar en un aula es eminentemente relación. Todos los estímulos que recibimos de las personas con las cuales interactuamos provocan en nosotros emociones y cuando esto sucede en el aula con personas jóvenes, impulsivas, inmaduras, las emociones que activan en el profesorado pueden llegar a ser de gran impacto hasta el punto de generar ansiedad, estrés. Los profesores necesitan competencias emocionales. El profesorado es un sector con un índice elevado de trastornos emocionales. Prevenir las bajas laborales ya justificaría la educación emocional.

El último webinar fue sobre educación infantil. ¿Por qué es importante en esta etapa?

En los primeros seis años de la vida los cambios son muy importantes. Si comparamos el cerebro y el comportamiento del niño tras el nacimiento y cuando tiene seis años no se vuelven a repetir en el resto de la vida con tanta rapidez. Lo que una persona vive, siente y desarrolla, durante los primeros seis años, va a condicionar mucho el resto de su vida.

Pero la pandemia lo ha trastocado todo. Antes de comenzar las clases una maestra me comentaba que le preocupaba poder calmar a sus alumnos de P3 sin poder tocarlos.

Entiendo perfectamente la preocupación de esta profesora porque las emociones se viven con el cuerpo y a veces una caricia en un brazo a un niño de 3 o 4 años es un estímulo que contribuye a su seguridad. La distancia física es una relación fría y no sabemos lo que nos dejará a la larga. Lo que sí tenemos son investigaciones que ponen de manifiesto la gran importancia de atender emocionalmente a estos niños. Como no vamos a cambiar las normas de las autoridades sanitarias, lo que sí podemos hacer son preguntas como: ¿cómo te sientes? ¿cómo te gustaría sentirte? ¿Cómo podemos hacer para que te sientas como te gustaría?... Para que tomen conciencia de sus estados emocionales. Esto ayuda al autoconocimiento, a relacionarse mejor con otras personas y a su bienestar.

Otra etapa de cambios es la adolescencia y, en general, hay mucho malestar. ¿En qué podría ayudar la escuela?

La adolescencia por naturaleza es una etapa de malestar emocional permanente. Es un malestar que provoca enfrentamientos continuos entre los adolescentes y los adultos: los padres, los profesores... Esto se debe a muchas causas, algunas de carácter bioquímico referidas a las hormonas, a un crecimiento físico que a veces se vive como descontrolado y a una falta de maduración del lóbulo prefrontal del cerebro que es donde se procesan y regulan las emociones. Esta parte es la última que madura del cuerpo humano, pasados los 18 años.

¿Hasta los 18? ¿De verdad?

Esto es importante tenerlo presente pero más importante es saber que la práctica, el hábito, crea la función, por lo tanto, como hablamos de circuitos neuronales que se ven estimulados desde corta edad se puede contribuir a acelerar esta maduración. Lo que pasa es que tal como está el sistema educativo en secundaria se enseñan muchos contenidos que los adolescentes ni están interesados ni se van acordar, y en cambio los aspectos emocionales, que serían tan importantes o más, no están presentes.

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