Los rebrotes amenazan con retrasar la recuperación en Tarragona hasta 2024

El Camp y el Ebre se reponen peor que Catalunya por la debilidad de su mercado laboral. El PIB provincial bajó casi un 24%. Sin control de la pandemia, la crisis durará cuatro años más

02 septiembre 2020 10:10 | Actualizado a 02 septiembre 2020 14:54
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Las previsiones que hizo en marzo Mercedes Teruel, la directora de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial de la URV, parece que se cumplen. A Tarragona le está costando más recuperarse de esta crisis, a pesar de que la situación sanitaria relativamente benévola de la primera oleada permitió tanto al Camp de Tarragona como a las Terres de l’Ebre superar fases de la desescalada y alcanzar pronto la nueva normalidad. Ahora el informe sobre coyuntura económica del segundo trimestre de 2020 en la demarcación de Tarragona elaborado por la Cátedra prevé un escenario incierto y una situación «conflictiva» de la economía provincial a medio plazo.

Según los autores del estudio, si no hay un control del coronavirus en los próximos meses y en 2021 se alarga la tendencia a la baja del 2020, la recuperación económica puede retrasarse hasta el año 2024. La caída más pronunciada del paro en las comarcas tarraconenses respecto al resto de Catalunya, causada por una estructura del mercado laboral menos consolidada, hará que la recuperación sea más lenta y complicada.

A expensas de 2021

El informe lo presentó ayer Joaquim Margalef, economista de la cátedra y autor del estudio, que afirmó que «la situación no es buena». «Nunca se había visto una caída del PIB de estas características en dos o tres meses», señaló, en referencia a la bajada de un 15,6% intertrimestral en Catalunya. Y alertó: «Si hay un rebrote fuerte en 2021, la caída se alargará hasta 2024». De ahí que la recuperación no tenga forma de V sino de «doble L muy larga», como dijo Margalef.

En cuanto a la capacidad productiva, «un concepto que no es el PIB, pero se asemeja», el descenso en la demarcación ha sido de un 23,89% el segundo trimestre. Por áreas, cayó más el Camp de Tarragona (-24,31%) que las Terres de l’Ebre (-21,91%). Aun así, por comarcas, el Tarragonès pudo aguantar mejor por el peso de la gran industria, que mantuvo la actividad. Pero en otras áreas con una industria menos potente, como el Alt Camp (-28,82%) o la Conca de Barberà (-33,02%), el descenso resultó más marcado. También sufrió especialmente el Baix Penedès (-34,30%), por la reducción drástica padecida en los servicios. En el Ebre, la comarca que resultó más castigada es el Baix Ebre (-22,38%). Mientras, en la Terra Alta y en la Ribera d’Ebre la actividad primaria y la cobertura de las centrales eléctricas permitieron parar algo mejor el golpe, con una reducción de un 14%.

El economista expuso que en el segundo trimestre de este año el paro registrado en la demarcación creció un 42,15% respecto al mismo periodo de 2019. En concreto, en el Camp de Tarragona se disparó un 44,96%, mientras que en las Terres de l’Ebre subió un 31,48%. En su opinión, la diferencia se explica por el impacto que tiene el sector primario en las comarcas ebrenses, que ha brindado cierta estabilidad laboral, mientras que en la Costa Daurada el golpe que se ha llevado el turismo ha hecho que mucha gente se haya ido al paro.

La crisis en el sector turístico también ha provocado que muchas personas no hayan tenido derecho a un ERTE, puesto que al ser fijos discontinuos no fueron contratados en el inicio de la temporada, hecho que ha repercutido en una tasa de desempleo superior. En Catalunya, el crecimiento del paro entre marzo y junio fue del 35,76%.

La crisis económica derivada de la Covid-19 también ha repercutido en la contratación laboral, que en el primer semestre ha caído un 37,59% en la demarcación respecto al mismo periodo del año pasado. Las comarcas más afectadas han sido el Tarragonès, el Baix Camp y la Conca de Barberà. Paralelamente, cerca de 55.000 personas se han visto afectadas por un ERTE. Margalef recordó ayer que «en junio los ERE se dispararon», puesto que en muchas empresas los ERTE del mes de marzo han acabado desembocando en ERE tan solo unos meses después.

Tarragona digiere peor la recesión por una razón de fondo. «Desde el año 2010 el paro en la demarcación superó al de Catalunya porque es un mercado laboral más inestable, marcado por la temporalidad y la estacionalidad. Tradicionalmente, el mercado laboral de la zona tiene un comportamiento distinto. Cuando hay una recuperación, los crecimientos son inferiores a los de la media catalana y cuando hay un retroceso, el descenso es mayor», explicaba Margalef. El virus, pues, ha supuesto un varapalo para «una economía que a finales de 2019 y a principios de 2020 ya se estaba recuperando de la anterior crisis», según el académico.

En relación a los precios, el IPC bajó un 1,2% en junio por el descenso del valor del petróleo. Aun así, hay sectores con incrementos, como la alimentación, bebidas alcohólicas, moda, calzado, comunicaciones, enseñanza o restauración. Con todo, los depósitos bancarios se han incrementado. «Ha habido más ahorro por cierto miedo, pero no hay expectativas de inversión futura», señaló Margalef. En cambio, el crédito hipotecario ha caído «de una manera impactante». «Desde febrero casi que no se han hecho hipotecas. Y las que se han hecho tienen una participación crediticia inferior a la media catalana», afirmó el economista de la URV.

Finalmente, el comercio exterior tampoco se ha escapado de la tendencia general. Las exportaciones y las importaciones han caído del orden del 25% interanual. Y también en esta variable la demarcación ha sufrido más que el resto de Catalunya. En mayo las exportaciones en la zona cayeron un 24,93%, en la relación interanual, mientras que las importaciones disminuyeron un 25,34%. Según Margalef, el descenso más relevante en la zona ha sido en la actividad exportadora de los productos industriales, tanto energéticos como químicos.

Con esta situación, el panorama es incierto y preocupante a todos los niveles. La recuperación no solo dependerá de lo que suceda con el virus en 2021 sino también de las ayudas. «No hay el dinamismo que esperábamos. Sin la intervención del Banco Central Europeo y la UE será aún más complicado salir», dijo Margalef, en una comparecencia en la que las cámaras de comercio de la provincia reconocieron el estado nefasto de la situación económica en Tarragona pero se emplazaron a seguir luchando para salvar a las empresas.

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