Los repartidores de Uber Eats de Tarragona se declaran en huelga

Reclaman que la empresa les ha recortado el sueldo casi un 50%

09 septiembre 2020 09:43 | Actualizado a 09 septiembre 2020 10:02
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Los repartidores de comida a domicilio de la plataforma Uber Eats de Tarragona se han declarado en huelga. El motivo es que, según afirman, la empresa les ha recortado cerca de un 50% lo que les paga por las entregas, sin aviso ni negociación previa. Aseguran que cobran 0,45 euros el kilómetro y que, a raíz del recorte, no cubren los costes que tienen.

Todos ellos son autónomos y tienen que pagar las cotizaciones, vehículo y material. Afirman que no volverán a trabajar hasta que la compañía suba las tarifas o se siente a negociar. En la ciudad de Tarragona son unos 60 'riders', de los cuales más de 40 se han plantado. La situación afecta los profesionales de todo el Estado y en Reus, Cambrils y Salou también se han declarado en huelga.

El portavoz de los repartidores de Tarragona, Manuel Antonio Santana, expone que Uber Eats impuso la rebaja el pasado 31 de agosto. "Exigimos tarifas justas, que respeten nuestro trabajo. Pertenecemos a Uber y trabajamos como autónomos", afirma. Para Santana los 'riders' son la clave del engranaje de la compañía, porque acaban siendo los que les proporcionan los ingresos. "Nosotros dependemos de ellos, pero ellos también dependen de nosotros", asegura.

Los 'riders' explican que están haciendo viajes de ocho kilómetros por menos de cuatro euros. Además, "la recogida de la comida en lugares lejanos" no la cobran. Con todo, aseguran que trabajan perdiendo dinero. "No lo podemos seguir permitiendo", exclama. Los trabajadores reclaman "un mínimo de un euro el kilómetro", mientras que ahora cobran unos 45 céntimos por kilómetro. "No queremos bonificaciones ni limosnas, solo un pago justo", espeta.

Los empleados critican que el recorte les llegó de repente, sin ningún aviso previo por parte de Uber Eats y piden negociar con la empresa. "Queremos trabajar, nos gusta nuestro trabajo, pero queremos que se respeten nuestros ingresos", indica. Para levantar la huelga tendrían suficiente con volver a las tarifas anteriores y con establecer conversaciones con la empresa.

Un diálogo que hasta ahora no se ha producido nunca. "Nos comunicamos con un representante de Uber que nunca nos da ningún tipo de información. Nunca hemos tenido la capacidad de hablar con la empresa, siempre es mediante un intermediario", explica. De hecho, la ausencia de comunicación con un encargado ya hizo que hace unos meses se declararan en huelga, tal como apuntan.

Con todo, se muestran muy decepcionados con la multinacional. "La huelga afecta a la plataforma pero también a los restaurantes, muchos de los cuales durante la pandemia sobrevivieron gracias a estas aplicaciones. Nosotros arriesgamos la vida, pero ahora vemos que no mereció la pena, porque en vez de premiarnos nos han reducido los ingresos", valora. El recorte afecta los repartidores de todo el Estado. En provincias como Albacete y Castellón también se han declarado en huelga.

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