Los residuos sanitarios se dispararon el año pasado por culpa del coronavirus

El Hospital Sant Joan de Reus generó en 2020 el doble de estos desechos especiales que en 2019 y las plantas catalanas encargadas de su tratamiento están al 100% de su capacidad

13 febrero 2021 13:30 | Actualizado a 13 febrero 2021 18:29
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Mascarillas, equipos de protección individual, guantes, batas, respiradores, etc. Los hospitales han visto incrementado en los últimos 12 meses el uso de todo este material por culpa de la Covid-19. Eso se ha traducido en un aumento considerable de la generación de los residuos sanitarios especiales, entre los que se incluyen los específicamente Covid.

Las cifras así lo demuestran. Por ejemplo, el Hospital Sant Joan de Reus generó durante el 2020 más de 79 toneladas de residuos sanitarios del grupo 3, es decir, de los considerados especiales o de riesgo por parte de la Agència de Residus de Catalunya. Eso supone el doble de las 42,1 toneladas del 2019. Entre las 79 toneladas de este año, 29,4 fueron de residuos exclusivamente Covid, es decir, artículos sanitarios como por ejemplo respiradores o gafas nasales, o cualquiera que haya estado en contacto directo con un paciente positivo de coronavirus, como también líquidos biológicos, extracciones o secreciones respiratorias.

"Los hospitales catalanes están haciendo un buen trabajo"

Belén Sesmilo, responsable de la gestión de residuos del Hospital Sant Joan de Reus, explica al Diari que «estos residuos que son exclusivamente Covid los almacenamos en un contenedor negro rígido y van directamente a la planta de Constantí».

Precisamente esta planta de gestión de residuos sanitarios especiales de Stericycle es una de las tres que hay en Catalunya con las que la Generalitat, a través de la Agència Catalana de Residus, tiene convenio. Su director, Josep Maria Tost, confirma que «la capacidad total de las tres plantas que tenemos en Catalunya para tratar los residuos sanitarios de categoría 3 es de 10.000 toneladas. En 2019 se gestionaron 5.900, mientras que el año pasado estuvimos al 100% de la capacidad, alcanzando las 10.000 toneladas». Tost también recuerda que «durante la primera ola de la pandemia (entre marzo y mayo) se tuvo que habilitar que las incineradoras municipales también pudiesen gestionar residuos sanitarios y se llegaron a hacer 795 toneladas».

Capacidad

A pesar de estar al 100% de su capacidad, el director de la Agència Catalana de Residus quiere dejar claro que «estamos bien, siempre y cuando la cosa no empeore mucho. Catalunya tiene mecanismos y un suficiente grado de capacidad de gestión de residuos sanitarios». Además, Tost pone en valor a los hospitales catalanes, «que están haciendo un buen trabajo. Al principio, durante los primeros meses de la pandemia, no había tanta experiencia y tal vez se llenaban menos los contenedores. Pero hemos aprendido y ahora lo estamos haciendo bien».

Los residuos sanitarios que acaban en la planta de Constantí «son esterilizados con una técnica que se llama autoclave», explica Tost, quien añade que «es como una especie de olla a presión que coge los contenedores de los hospitales con estos residuos y los presiona a 135 grados de temperatura. De aquí sale un residuo inerte, estéril, sin virus, que se tritura y se trata después de una manera convencional en un vertedero ordinario».

Hospitales desbordados

La situación de control que se vive en Catalunya con los residuos sanitarios no es la misma que se ha producido en otros puntos del Estado en los últimos meses. Algunos medios de comunicación recogían hace unas semanas el caso del Hospital General de Alicante, donde las cajas con los materiales desechados –que debían ser retirados por la empresa encargada de su tratamiento– se acumulaban en zonas del hospital ante las quejas del personal de mantenimiento. Algunas fuentes atribuyeron esta situación a la imposibilidad de poder retirar tal volumen de residuos al ritmo requerido.

La misma situación se produjo en el Hospital de Sant Joan de Alicante, donde decenas de cajas se apilaron en un sótano durante muchos días a la espera de ser retiradas. Además, los contenedores herméticos especiales para estos residuos eran insuficientes para las cantidades que se generaban y se utilizaron cajas de cartón. La Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana reconoció sentirse desbordada por la situación.

Desde el Seprona de la Guardia Civil también explicaron que se habían detectado numerosas irregularidades en la gestión de los residuos hospitalarios de diferentes empresas en toda España, debido al alto volumen de desechos producidos y la insuficiente capacidad de gestión de algunos centros de tratamiento de estos residuos.

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