Los riesgos de la química afectan a 37 municipios de la provincia

15 poblaciones albergan equipamientos con riesgo químico, pero otras 22, a pesar de no tener ese tipo de industrias en su término, también se ven afectadas por la proximidad, según el Plaseqcat 

26 enero 2020 21:17 | Actualizado a 28 enero 2020 14:05
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Hasta 37 municipios tarraconenses son susceptibles de verse afectados por el riesgo químico, según se desprende del Pla d’Emergència Exterior del Sector Química de Catalunya (Plaseqcat), actualizado por última vez en septiembre de 2019. Hay, sin embargo, varios niveles. En 22 de esas localidades no hay instalaciones de riesgo pero sí pueden verse perjudicadas en caso de accidente debido a la cercanía. 

Diez de ellas sí que tienen equipamientos considerados de alto riesgo. Ahí aparecen las poblaciones en torno al polígono químico sur –el que sufrió la explosión de Iqoxe el pasado día 14– como Vila-seca, La Canonja o Tarragona y también las ligadas al polígono norte, caso de El Morell, Constantí o La Pobla de Mafumet. 

Más aislados aparecen municipios como Flix, Tortosa o Ulldecona, en el Ebre, que también albergan industrias de riesgo alto. En la gama baja de ese peligro se encuentran otros núcleos como El Pla de Santa Maria o Masdenverge. Pero el Plaseqcat también determina el peligro existente cuando se trata de instalaciones logísticas de Adif. Ahí aparecen Tarragona o Constantí, que tienen también equipamientos, como la estación de clasificación, por los que circulan productos que llegan a ser extremadamente inflamables. En dos poblaciones del interior rural, alejadas del polo petroquímico, hay instalaciones con riesgo por explosivos. Son Pradell de la Teixeta y Vila-rodona. 

Buena parte de esos 37 municipios afectados no tienen en sus terrenos industrias químicas pero se pueden ver afectados por la proximidad. Ahí figuran desde poblaciones grandes como Salou, Valls, Reus o Cambrils, a otras más pequeñas como El Rourell, El Catllar, La Masó o Almoster (ver la tabla que acompaña esta información). Esos 37 núcleos con un riesgo latente confirman la alta concentración de industria química en la provincia, pese a que Barcelona muestra un número más elevado. En Lleida, solo hay 15 localidades en esa situación mientras que en Girona la cifra es de 16. Estas localidades deben tener un plan de acción municipal dentro del Plaseqcat.

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