Los taxistas de Tarragona suspenden la huelga pero siguen con parones y marchas

Más de 200 taxis colapsaron la Imperial, Salou o el aeropuerto de Reus en protesta por las licencias de VTC. Hoy el servicio se normalizará. Mañana habrá nuevo parón en Tarragona

30 julio 2018 19:36 | Actualizado a 02 agosto 2018 18:40
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No habrá segunda jornada de huelga del taxi en Tarragona, después de la de ayer, pero sí continuarán los parones y la movilización. Después de toda una mañana de protestas en las carreteras, los taxistas de la provincia se reunieron por la tarde en una asamblea en el polígono Riuclar. Allí se acordó que el día de hoy sirva como reflexión después de la huelga de ayer, que fue seguida de forma mayoritaria en la provincia.

«De momento, tenemos palabras esperanzadoras pero el sector está escarmentado, quiere ver un documento con firmas, y eso no lo tendremos hasta septiembre. Hay quien se fía y quien no. Seguiremos muy pendientes de las noticias que lleguen desde Fomento», afirma Joaquim Olivé, presidente del gremio en la provincia.

 Pese a esta tregua, el sector sigue alerta. Mañana a las 11.00 horas habrá un nuevo parón en la Imperial Tarraco. Hoy seguirán las asambleas y, aunque el servicio tenderá a normalizarse, puede ser que no lo haga al completo. «Habrá quien siga haciendo huelga hoy  y quizás pueda notarse en el servicio. Hay muchas sensibilidades distintas dentro de un mismo colectivo», asume Olivé. 

Ayer más de 200 vehículos circularon por diversos puntos para mostrar su malestar e indignación y, sobre todo, su solidaridad con los compañeros de Madrid o Barcelona. El colectivo bloqueó la Imperial Tarraco durante la mañana y luego protagonizó una marcha lenta hasta el Aeropuerto de Reus, donde se sumaron taxistas de la capital del Baix Camp y otros procedentes de diferentes municipios. Ayer sólo se mantuvieron los servicios mínimos. En la parada de taxis de Pere Martell, en Tarragona, algún vehículo con el cartel de ‘Serveis mínims’ era la excepción al parón generalizado. Sólo se atendían los servicios de gente mayor, embarazadas, urgencias, personas con movilidad reducida o aquellos que se dirigían a hospitales o a CAP. El resto se quedaban sin poder usar el servicio. «La gente lo entiende una vez lo explicas.

Incluso alguno nos da ánimos para seguir. Es algo generalizado en todas las ciudades, así que hay comprensión», explicaba un encargado de recibir en la centralita las llamadas. La marcha lenta también recaló  en Salou. Las afectaciones fueron diversas, empezando por el colapso de la T-11 y de la propia Imperial. Asimismo, generó notables molestias a los turistas, en pleno auge de la temporada turística. 

Los viajeros que llegaron al aeropuerto de Reus se vieron sorprendidos por la falta de taxis en las instalaciones y el autobús como única opción para desplazarse hasta el destino final. Eso provocó largas colas de pasajeros y una gran situación del servicio. Parecida circunstancia se vivió en la estación del AVE del Camp de Tarragona. Los pasajeros que llegaban en los trenes se veían obligados a tomar el autocar.

En mitad de eso, imperaba el firme convencimiento de los trabajadores del gremio para hacer huelga en denuncia del incremento de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), sobre todo en lugares como Barcelona, pero también inicipiente en la provincia. «En Tarragona no es algo masivo, pero sí que hay coches de Uber y Cabify y creemos que la tendencia puede aumentar. Nosotros sólo queremos defender nuestro trabajo. Y no lo hacemos porque sí, tenemos el 100% de los argumentos. Son los más lógicos y naturales que puede haber sobre el tema», comenta Olivé. 

El sector no se opone a la existencia de VTC, pero sí a su proliferación y a cómo se ha quebrantado la proporción 1/30, sostenida por el gremio: un vehículo con este tipo de permiso por cada 30 taxis. «Está claro que los VTC no son ilegales, pero sí que lo es el trabajo que hacen. Estos coches tienen que estar en garaje y salir ya con la reserva hecha. No pueden parar por la calle como si fuera un taxi. Y el problema es que con el móvil y las aplicaciones surge la picaresca», cuenta Olivé. 

Los taxistas tarraconenses hablan de competencia desleal por la presencia de estas nuevas compañías de transporte. David Navarro, uno de los taxistas de Tarragona en huelga, añadía: «Estamos unidos contra la gestión que se está haciendo de las licencias VTC. No puede ser que se haya creado toda una flota en paralelo al taxi cuando el mercado de transporte de viajeros ha estado siempre regulado. El negocio no da para tanto».

David Navarro denuncia el desfase entre licencias de un medio y otro: «Nosotros hemos invertido en nuestras licencias de taxi y lo único que podemos decir es que tanto Uber y Cabify, si quieren trabajar en el transporte de viajeros, se compren una licencia de taxi donde más les guste y hagan el taxi como hemos hecho todos, haciendo las horas para ir pagando nuestros impuestos. Ya se sabe que estas empresas se llevan una tajada muy grande de nuestro mercado a paraísos fiscales. O se arregla, o paramos en todas las ciudades. Y así estaremos hasta que se arregle». 

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