Los transportistas de TGN confirman movilizaciones para el día 11

Cuando hoy se cumple el primer mes de la entrada en funcionamiento del desvío obligatorio de los camiones a la autopista, el sector del transporte ratifica que su anuncio de ir a movilizaciones sigue adelante. Así lo confirmó la Federació Empresarial d’Auto Transport de la província de Tarragona (FEAT) tras reunirse ayer con representantes del Govern autonómico. «Hemos detectado que hay escasa voluntad política para intentar minimizar el impacto de la medida sobre el sector del transporte», aseguró el director de esta organización, Josep Lluís Aymat.

Son varios los puntos sobre los que los transportistas solicitan cambios. Entre estos, la reivindicación de que el Govern apruebe una consignación presupuestaria, de forma que complemente las bonificaciones que perciben el colectivo –del 50% en el caso de los desplazamientos internos y del 42% en el resto– aprobadas por parte del Ministerio de Fomento.

Sin embargo, los representantes de las patronales de Tarragona, Lleida y Barcelona ayer no centraron la reunión en la cuestión económica. Se habían fijado como prioritario conseguir que «se nos respete el sentido de la marcha para poder hacer el recorrido más corto». Esto supone que los vehículos que desde Tarragona se dirijan al norte de L’Arboç no tengan que ir por la AP-7 hasta Vilafranca sur, para después deshacer una parte del camino, lo que supone un recorrido adicional. 

Un caso similar es el que sufren los vehículos pesados que salen de la cementera de Alcanar, que se ven obligados a acceder a la autopista por la entrada de Castelló, lo que supone veinte kilómetros más. 

«Es un tema de cajón que debe permitirnos reducir el recorrido por autopista, los tiempos de viaje y las emisiones contaminantes», asegura el representante de la patronal del transporte en Tarragona. 

En la reunión con los representantes de este colectivo estaban el secretario de Infraestructures i Mobilitat de la Generalitat, Isidre Gavín; el director general de Transport i Mobilitat, Pere Padrosa, y el director del Servei Català de Trànsit (SCT), Juli Gendrau. Tras el encuentro, el Departament de Territori explicó que el sector se comprometió a estudiar la situación y presentar una propuesta de mejora. A partir de ahí se establecerá un nuevo contacto.

Pese a ello, los representantes de los transportistas que ayer estaban en la reunión apuntaron que «no tenemos una alternativa a la movilización». Está programada para el jueves de la semana que viene, día 11 de octubre, a partir de las 17 horas de la tarde.

Está previsto que los camiones se concentren en el polígono Riu Clar y formarán una marcha lenta que circulará por la circunvalación de Tarragona hasta la rotonda de acceso a la autopista AP-7 en Torredembarra. Los vehículos se incorporarán a esta vía de pago para emprender el camino de vuelta a Tarragona.

Aymat considera que la movilización es «necesaria». «En Girona aún tienen cuestiones que no se han resuelto, cuando hace casi cinco años que se aprobó el desvío de los camiones de la N-II. No nos podemos permitir lo mismo», apuntó el representante del sector del transporte. Según las primeras cifras, el desvío de los camiones por la autopista ha supuesto un incremento de unos 5.000 vehículos pesados en el tramo comprendido entre Altafulla y Vilafranca del Penedès. Esto supone unos 9.500 camiones diarios.