Los vecinos alertan del riesgo de incendio en solares sucios

La desidia se ha apoderado de solares urbanos, cercanos a las casas, que se hallan llenos de maleza, insectos y ratas 

04 agosto 2017 08:44 | Actualizado a 14 noviembre 2017 13:30
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A medidados del mes pasado uno de los solares abandonados de Tarragona, concretamente en la calle Vapor del Barri del Port, al lado de las escaleras mecánicas, se incendió. Afortunadamente, las llamas no causaron daños mayores, pero la situación generó miedo y preocupación entre los vecinos. Igual que sucede con otros solares que hay en Tarragona en estado de abandono, llenos de maleza. 

Con precedentes como este, la asociación de vecinos Tarragona Centre reclama desde hace una década que se efectúe una limpieza de un solar de la calle Unió de Tarragona. 

En este terreno abandonado crecen matojos que llegan a los tres metros de altura, lo que supone un riesgo muy alto en caso de incendio. Los vecinos también se quejan de que en esta especie de selva que se ha creado en mitad de Tarragona habitan multitud de insectos como pulgas, mosquitos y cucarachas. También hay ratas, además de instalarse desde hace poco una colonia de gatos. Todo esto supone en verano un quebradero de cabeza para los vecinos de la zona, ya que, al tener las ventanas abiertas, muchos de estos animales se cuelan en las casas. 

‘Entre la hierba y la basura, tememos que algún cristal haga efecto lupa y cause un fuego’

La hipoteca de este solar que lleva abandonado algo más de 10 años alcanza el millón y medio de euros. El Ayuntamiento dio aviso al propietario para que limpiase el lugar y le advirtió de que, en el caso de que dicha limpieza no se efectuase, se encargaría el propio Ayuntamiento de hacerla, pasándole la factura de los gastos a la empresa propietaria. Así, pues, ha pasado más de un año desde ese aviso y ni el propietario ni el Ayuntamiento han intervenido. 

El abandono de este solar ha llegado a tal extremo que muchos, de forma incívica, lo utilizan como vertedero urbano, por lo que además de una flora y fauna muy dispar en este terreno también hay multitud de escombros que la gente ha ido desechando. 

«Entre la cantidad de hierba y la basura que hay, tenemos miedo de que algún cristal haga el efecto lupa o de que algún vecino lance una colilla y se incendie todo, algo que sería extremadamente peligroso por la proximidad que hay a los pisos de la calle Unió y la calle Fortuny», dice Núria Sabat, la presidenta de la asociación de vecinos ‘Tarragona Centre’. Esta asociación de vecinos ha puesto un total de 12 quejas al Ayuntamiento de Tarragona. Aunque consiguieron tener la respuesta el año pasado prometiendo una limpieza, esta nunca llegó a hacerse, por lo que siguen reclamando que se atienda este lugar de una vez por todas.

El solar del Cèsar August

Una situación similar denuncian los vecinos del entorno del Parc del Francolí y de la Escola Cèsar August, con el agravante de que en este caso el solar abandonado es público. «Hace unos meses, a raíz de unas quejas, vinieron y lo limpiaron. Cortaron la maleza y parecía que por fin lo iban a adecentar», explica una vecina. Otra, madre una niña que va al colegio Cèsar August, añade que aquello «generó entusiasmo, sobre todo entre los alumnos, pues unos decían que harían un pabellón cubierto para la escuela –que bien lo necesita– y otros aseguraban que les habían dicho que harían una cancha de hierba artificial. Pero al final, ni una cosa ni la otra. No han hecho nada, y ha vuelto a crecer la mala hierba, con el consiguiente riesgo de incendio que puede afectar a la escuela, la guardería y las casas cercanas, además de traer mosquitos y ratas». «Algún día ocurrirá una tragedia, pues allí entran niños», concluyen las dos vecinas.

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