Los vecinos aseguran que las casas de la zona del Arc d’en Toda «están en la UCI»

El Ayuntamiento solicitará al propietario del inmueble que cayó el lunes en la Baixada del Roser que «apuntale con más contundencia» el edificio abandonado desde hace años

03 enero 2018 11:00 | Actualizado a 03 enero 2018 20:02
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Las alarmas han vuelto a sonar en la Part Alta. La caída de parte de una casa en la Baixada del Roser el pasado lunes al mediodía volvía a evidenciar uno de los problemas estructurales del núcleo histórico. «Por suerte afectó al interior del edificio y no tenemos que lamentar ninguna desgracia, porque es una zona muy concurrida. Ahora, a esperar la siguiente. Menos mal que no ha llovido mucho, porque si no habría muchos más casos». Son palabras del presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, quien lamenta que «no es la primera vez ni será la última».

Los hechos sucedieron a primera hora de la tarde. Bombers de la Generalitat recibió el aviso sobre las 13.57 horas, cuando les alertaron de que en el número 25 de la Baixada del Roser –que hace esquina con la Plaça de Sant Joan– se había registrado un desprendimiento. El inmueble, de dos plantas, no tenía tejado y hace más de cinco años que está abandonado. No se registraron heridos ni tuvieron que desalojarse a los vecinos de la casa contigua, la número 23. En su interior había tan solo uno de los residentes, el de la planta baja, que ayer aseguraba que se enteró de los hechos «por la presencia de la Policia Local», pero que en ningún momento le dijeron que tenía que irse de su casa a causa del incidente.

Se ha cerrado el circuito perimetral para los vehículos en la Part Alta

Se acordonó la zona y se cerró el tráfico de la Baixada del Roser. Ayer los vehículos y peatones seguían sin poder pasar por delante del edificio, a pesar de que el viento había hecho caer las vallas y algunos peatones hacían caso omiso. Estos días se ha cerrado el circuito perimetral para los vehículos, que tendrán que salir también por el Portal de Sant Antoni.

¿Y ahora qué?
El Ayuntamiento no especificó la duración de la medida. Tan solo concretó que será hasta que se tomen las medidas oportunas. Y éstas son que «el propietario apuntale con más detenimiento y contundencia el inmueble». Es el requerimiento que ha hecho el Consistorio, tras el informe que un técnico municipal hizo el mismo lunes en el lugar de los hechos. No se concretó si se irá más allá y se multará al dueño por el mal estado del inmueble como sí se hizo con el edificio de la calle Calderers que cayó en 2014 y que comportó una sanción de 125.000 euros.

Los vecinos exigen mano dura. «Hay que pedir responsabilidades a los propietarios. En este caso ha habido suerte, pero si en lugar de un desprendimiento interior es exterior, todos a correr», lamenta Rovira. Tras el último incidente de estas características en el barrio, el Ayuntamiento aseguró que  haría un requerimiento a todos los propietarios para que actuasen sobre las casas en malas condiciones. Pese a ello, la actividad de rehabilitación en los últimos años ha sido muy baja. «Hace muchos años que lo venimos denunciando al Ayuntamiento», afirma Jordi Ferré, presidente de la Associació de Veïns del Casc Antic i Voltants. Apunta que tanto en la calle Civaderia como en la Comte hay edificios que «son un peligro». Lo comparte Manel Rovira. «Toda la zona del Arc d’en Toda está en la UCI. Tanto allí como en la calle Granada hay edificios que son una ruina», argumenta.

La denuncia de tres vecinos
El informe técnico que se realice en los próximos días deberá determinar si el incidente que se registró el primer día del año tiene que ver con la denuncia que interpusieron los vecinos de los números 17, 19 y 21 de la Baixada del Roser contra el propietario de unos terrenos en este ámbito de la Part Alta. 

Los vecinos aseguran que sufren graves problemas de humedad

Esta isla de casas que configuran la Baixada del Roser, la Volta del Pallol y la calle Comte tiene un gran patio abierto en el interior en el que hace unos años se proyectó la construcción de un hotel. La iniciativa surgió en un contexto en el que quería esponjarse esta parte del barrio, que además es la que tiene el parque de viviendas más deteriorado. Pero la iniciativa no llegó a buen puerto. Los terrenos están abandonados y, según los vecinos, se acumula el agua, produciendo graves problemas de humedad. «Es un patio que se ha convertido en una balsa», argumenta una de las denunciantes.

Los afectados aseguran que empezaron a registrar los problemas hace unos diez años y finalmente en 2015 cursaron la denuncia. «Tenemos toda la parte trasera de nuestras casas con humedades. Yo arreglé el techo, la fachada y todo el interior, pero las vigas están todas húmedas y la parte trasera de la casa también», lamenta esta vecina.

Llueve en casa
Los afectados aseguran que han tenido que comprarse deshumidificadores para intentar paliar la situación, pero que se ha dado el caso de que, cuando llueve, el nivel de humedad es tan elevado que en el interior de una de estas casas incluso llueve. Lo que preocupa a estos vecinos es que ahora han empezado a mandar cartas a los propietarios de las casas adyacentes para pasar el ITV. «De momento nosotros no la tenemos, pero yo no sé si la pasaremos, porque las vigas están mojadas», añadía esta mujer.

Los vecinos están convencidos de que el estado del inmueble que cayó el lunes está relacionado

El problema afecta también al muro del Fòrum. Y, por aquí, los denunciantes esperan que el Ayuntamiento obligue al propietario de los terrenos a actuar. Con todo, estos vecinos están convencidos de que el estado del inmueble que se cayó el pasado lunes está relacionado con los problemas que vienen padeciendo desde hace años. 

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