Los vecinos de la Part Alta deberán aparcar fuera de la muralla

Aunque el proyecto es embrionario, el Ayuntamiento tiene previsto empezar el proceso de peatonalización durante el primer trimestre de 2018

21 junio 2017 06:29 | Actualizado a 09 noviembre 2017 09:59
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Es el cuento de nunca acabar. Aunque parece que ahora va la de verdad. El Ayuntamiento se pone las pilas para abordar el tema de la peatonalización de la Part Alta. Una reivindicación histórica por parte de los vecinos. Y es que, en pocas ciudades de las características de Tarragona, pueden pasar coches por el casco antiguo. Es por esto que el Consistorio quiere llevar a cabo la peatonalización a través de dos fases y fijándose, sobretodo, en los modelos de las ciudades de Córdoba y de Toledo.

Hace unas semanas, el presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, se reunió con la Junta de portavoces del Ayuntamiento para explicar el proyecto de peatonalización e intercambiar posiciones y opiniones. El encuentro sirvió para que el Consistorio empiece a pensar cómo hacerlo. La intención es llevar a cabo la peatonalización en dos fases. En la primera se restringirá el tráfico de vehículos de tracción mecánica de todos aquellos que no sean vecinos de la Part Alta. Los proveedores y sus camiones podrán entrar en la zona solamente dos días a la semana. En esta fase, aún se podrá aparcar en el interior de la Part Alta. La segunda fase tratará de sacar todos los coches del barrio, es decir, el Consistorio deberá buscar una opción para que los vecinos aparquen fuera del casco antiguo, como por ejemplo ampliar el parking Torroja o habilitar el antiguo campo de fútbol del Roqueral. Está previsto que el proceso empiece en el primer trimestre del 2018.

Los tarraconenses tienen la percepción que la Part Alta ya es peatonal desde hace años. Y la verdad es que el Consistorio ha llevado a cabo un sinfín de actuaciones para garantizar que entren los menos vehículos posibles. La sensación es que nunca ha funcionado, porque vecinos o no vecinos pasean y aparcan libremente por el barrio. El problema, según algunos ciudadanos, es que hay algunas trabas que impiden tirar adelante con el proyecto, como por ejemplo, la ubicación del Col·legi Lestonnac-L’Ensenyança, en la calle de l’Arc de Sant Llorenç.

La idea embrionaria con la que trabaja el Ayuntamiento es la de que los padres dejen a sus hijos en el Portal de Sant Antoni y que un monitor les recoja para acompañarlos hasta el colegio. La intención es que no entren tantos coches a la Part Alta y así descongestionar la zona. Pero no todo el mundo está de acuerdo con esta medida. «Lucharemos para que esto no pase. Damos vida al barrio. Además, esta medida es muy compleja de llevar a cabo y la escuela se resentiría», explica Josep Antón, director del Col·legi Lestonnac-L’Ensenyança, quien añade que «todo lo que sabemos es a través de la prensa». Una muestra de que, de momento, la idea es muy inicial.

No aparcar en toda la Part Alta también asusta a los vecinos. Según algunos presentes en la reunión entre la asociación de vecinos y los portavoces, aseguran que este tema causó un poco de discrepancia entre las partes. La intención del Consistorio es eliminar todas las plazas de aparcamiento actuales en la Part Alta, es decir, las de la calle Sant Pau y las del Pla de Palau, por ejemplo,  y buscar una opción para que los vecinos puedan aparcar cerca de su casa pero fuera de la muralla. Una de las opciones con las que trabaja el Ayuntamiento es adaptar el campo de fútbol del Roqueral, propiedad del Arzobispado.

«Los pocos aparcamientos que hay en la Part Alta se deben conservar. ¿Dónde aparcaremos entonces?», comenta el presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, quien propone «llevar a cabo la peatonalización poco a poco». Por su parte, Jordi Ferré, presidente de otra entidad vecinal, la Associació de Veïns de la Catedral a la Part Alta, se muestra totalmente de acuerdo con esta medida, pero reconoce que «dejar pasar a los proveedores solamente dos veces a la semana me parece poco. Los restaurantes necesitan material para trabajar», asegura Ferré.

Todos los grupos municipales del Consistorio tarraconense y la mayoría de vecinos de la Part Alta están de acuerdo en peatonalizar el barrio, aunque hay diferentes matices. Algunos vecinos avisan al Ayuntamiento que «no queremos que se peatonalice la Part Alta y se llene, aún más, de terrazas y restaurantes», explica Lucía Puertas, una vecina.

Reivindicación histórica

Primero, los pilones en la calle Merceria y Major y la lectura de la matrícula. Después, las tarjetas para residentes. Y también carteles. Ni una cosa ni la otra ha servido para conciencia a los vecinos de no entrar el vehículo. «Aquí entra todo el mundo, hacen lo que quieren», asegura Manel Rovira, presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta, quien añade que «solamente deberían entrar propietarios de negocios y vecinos». Rovira reconoce que se trata de una reivindicación que empezó durante el mandato del alcalde Recasens y asegura que «nos llenamos la boca diciendo que somos patrimonio histórico, pero luego  tenemos el único casco antiguo donde pasan coches». Rovira explica que «queda demostrado que todas las calles de Tarragona que se han peatonalizado, se han reactivado económicamente y comercialmente».

Tener en cuenta las emergencias

Otros vecinos piden al Ayuntamiento que se tenga en cuenta los servicios de emergencias en el caso de instalar nuevos pilones en los accesos de la Part Alta. En más  de una ocasión, las ambulancias no han podido acceder hasta en el interior del barrio para atender a un enfermo.

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