Más de 300 ataques a personal sanitario en Tarragona

El personal sanitario fue víctima en 2018 de 312 ataques por parte de pacientes, por los 241 de 2017. Las mujeres son las principales víctimas; sufren el 82,7% de los actos violentos

14 marzo 2019 07:38 | Actualizado a 22 marzo 2019 13:12
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La semana pasada cuatro agentes de la Policía Local de El Vendrell tuvieron que acudir a un centro de atención primaria para detener a un hombre que amenazaba al médico y al personal del consultorio. El individuo pretendía que le recetasen un medicamento, a pesar de que el facultativo ya se lo había prescrito dos días antes, por lo que resultaba del todo imposible que lo hubiera consumido completamente. Ante la negativa del médico, el hombre reaccionó con violencia, profiriendo insultos y amenazas.

Viendo el cariz que tomaba la situación, desde el centro médico avisaron a la Policía Local y al consultorio llegó una patrulla. Pero el hombre se encaró con los agentes y también les amenazó, incluso de muerte. Por ello tuvo que desplazarse hasta el CAP otra patrulla. Entre los cuatro agentes finalmente consiguieron reducir al hombre y detenerlo. 
Una vez en el coche patrulla y mientras era trasladado a las dependencias policiales, golpeó la ventanilla del vehículo hasta romperla.

Este episodio evidencia una realidad a la que con demasiada frecuencia se enfrentan médicos, enfermeras, celadores y administrativos. Y es que en 2018 las agresiones al personal sanitario en la provincia de Tarragona aumentaron un 29,5%, al pasar de las 241 de 2017 a las 312 del año pasado, lo que da una estremecedora media de una agresión cada 28 horas. Son datos hechos públicos por el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona con motivo de la celebración, hoy, 14 de marzo, del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario.

Más las mujeres
Claro que no todos los sanitarios han sido víctimas por igual de este delito. De hecho, llama la atención que el 82,7% de las agresiones, 258, recayeron sobre mujeres, las más perjudicadas, frente a las 54 –el 17,3%– que sufrieron los hombres. 

El mayor número de agresiones se produce durante los meses de verano

Del mismo modo, han sido las profesionales de la enfermería las que han padecido con más intensidad el problema (90 agresiones), seguidas de los médicos (79), el personal administrativo (63) y los celadores (33), repartiéndose las 47 restantes entre el resto de profesionales: auxiliares de enfermería, portaliteras, personal de dirección, técnicos sanitarios…

En lo que se refiere exclusivamente a los médicos, las 79 agresiones que padecieron suponen un incremento de un 58% respecto al año 2017, cuando se registraron 50. De todos los sucesos, 63 –el 79,75%– afectaron a médicas, por las 16 que sufrieron sus colegas hombres. 

Asimismo, destaca el informe que el 92,4% de estas agresiones fueron verbales, por seis que fueron físicas. Y del total de médicos afectados, siete eran residentes.

Reus a la cabeza  
También es desigual la distribución de las agresiones por centros y zonas. Así, un análisis de los datos atendiendo a los centros hospitalarios del Camp de Tarragona arroja que es el Centre d’Urgència d’Atenció Continuada de Reus el que concentra mayor número de agresiones, 56 en total. A continuación le siguen en este siniestro ranking el CAP de Constantí (40), el Hospital Joan XXIII (34) y el hospital Sant Joan (20), mientras se sitúa en la cola el Hospital de Santa Tecla, con tan solo una agresión registrada.

Destaca también el informe del Col·legi de Metges el hecho de que es en los meses de verano cuando más denuncias se recogen, no en vano entre junio y septiembre se concentra el 41,9% de las agresiones, 131. Este hecho tiene cierta relevancia, toda vez que, como denuncian muchos facultativos, coincide la llegada de más gente al territorio con un cierre de camas y una reducción de servicios en los hospitales de la demarcación.

Junto a los meses de verano, destaca también la elevada cantidad de agresiones que se registran en el mes de marzo, en tanto que es en diciembre cuando menos percances se producen. 

Convivencia y educación
En lo que a las causas de las agresiones se refiere, si bien hay que incidir en que no hay motivo que justifique la violencia, surge el incumplimiento de las normas del centro y de convivencia y educación como el factor determinante. 

Destaca en este apartado que la disconformidad con el tiempo de espera y con el trato recibido representa un índice muy bajo de los motivos esgrimidos para tratar de excusar las agresiones.

En todo caso, el aumento de este fenómeno es un problema grave que está tipificado como delito en el Código Penal y para el que los médicos de la demarcación piden tolerancia cero.

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