Más de la mitad de los tarraconenses ha nacido fuera de la ciudad

Sólo el 46% de los empadronados en Tarragona puede presumir de haber nacido en la ciudad. El número de extranjeros repunta y los originarios del resto de España llevan 14 años a la baja 

26 marzo 2018 08:29 | Actualizado a 26 marzo 2018 15:56
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Lluís tiene 63 años y se sorprende, o tal vez no tanto, al saber que más de la mitad (el 54%) de quienes viven en la ciudad ha nacido fuera de ella, bien en otra comunidad autónoma (22,2%), en el extranjero (18%) o en otra comarca de Catalunya que no es la del Tarragonès (13,9%).

Y es que Lluís forma parte de ese otro grupo que hoy no llega a la mitad (el 46%), el de los tarraconenses de nacimiento. Recuerda cómo de pequeño era habitual la llegada de trabajadores de otras partes de España en busca de trabajo y cómo más adelante vendría la inmigración extranjera: «Recuerdo cuando en las cabalgatas el rey Baltasar siempre era pintado porque no había negros o cuando nos parecía exótico ver a algún chino», rememora entre sonrisas, para concluir que aquí «somos todos de todas partes, rodar aquí una peli de ocho apellidos tarraconenses sería bien complicado. Mi familia misma, por ejemplo, venía de Castellón».

Migraciones que equilibran  

Son todos datos del Padrón Municipal recogidos por el Idescat e indican que en el año 2017 vivían en la ciudad 131.507 personas. El dato supone un pequeño repunte después de cinco años a la baja. En realidad la población ya había bajado en 2010, pero aquella coyuntura estaba relacionada con la segregación de La Canonja.

Buena parte de ese pequeño repunte tiene que ver con que el año pasado también repuntó el número de extranjeros empadronados en la ciudad en un 2,5%, después de siete años consecutivos de descenso.

Ángel Belzunegui, director de la Cátedra de Inclusión Social y profesor titular de Sociología de la URV y también tarraconense de adopción (es originario de Pamplona), explica que, en buena medida, la llegada de inmigrantes ha ayudado a que la población de la ciudad se mantenga relativamente estable.

Belzunegui explica que es habitual que las ciudades sean vistas por los migrantes como un polo de atracción más poderoso. Está convencido de que este aumento en el número de extranjeros empadronados en la ciudad tiene que ver con una percepción de que hay una recuperación económica y, con ella, más posibilidades de empleo.

Eso sí, que sean extranjeros no siempre quiere decir que estén recién llegados. Aunque el padrón no lo contemple, él está convencido de que muchos de los inmigrantes que llegaron a la ciudad el año pasado no venían directamente de sus países, sino de otros puntos de España o Europa. Algunos, seguramente, también volvían a la ciudad.

Inmigración joven

Otro de los datos que ofrece el padrón tiene que ver con la procedencia de los extranjeros. Aquí, como en el conjunto de España, el grupo mayoritario es el de los nacidos en Marruecos (en Tarragona es el 32,8%), seguido de los nacidos en Rumanía (10,4%), Colombia (5,81) y China (5,65).

En la lista aparecen algunos datos curiosos, como por ejemplo el hecho de que el colectivo de venezolanos pasó de 175 a 267. En un año creció en un 52,5%.

También hay sobre la edad de los inmigrantes una población mayoritariamente joven. El grupo más numeroso tiene entre 30 y 44 años. Sólo el 3% estaría en edad de jubilarse porque tiene 65 años o más.

El resto de España, a la baja

Los datos también demuestran lo que ya se ve en los gráficos como una curva continuamente a la baja desde 2003: los tarraconenses nacidos en España pero fuera de Catalunya no han parado de descender desde aquel año y si entonces eran 37.463, el año pasado se quedaban en 29.242; un 28% menos en 14 años.

Belzunegui  cree de nuevo en el empleo como principal explicación. En este sentido, Tarragona, explica, tiene más competencia de otras ciudades en lo que se refiere a atraer a nacidos en otras comunidades autónomas. Apunta, por ejemplo, que la mayoría de los puestos de alta calificación en la industria ya son cubiertos por personal local. Además, en lo que se refiere a trabajos que exigen menor calificación y son más abundantes, como los relacionados con el turismo, no tienen muchas diferencias con los que se encuentran en el resto de las costas españolas.

Como dato curioso, el padrón también apunta que los nacidos en el resto del Estado son más mayores y el grupo mayoritario es el que tiene a partir de los 55 años.  En este grupo los andaluces son el grupo más numeroso, el 38%, seguidos a distancia por los nacidos en Aragón, Castillla y León y Castilla La Mancha.

¿Y cómo influye toda esta variedad de orígenes? Belzunegui tiene claro al menos un aspecto: el voto. El hecho de que el 40% de los tarraconenses haya nacido fuera de Catalunya tiene un claro reflejo en el voto a los partidos no independentistas y explica, de hecho, las peculiaridades de la ciudad respecto al conjunto de la demarcación. «Tarragona tiene un modelo idiosincrático diferente», sentencia.

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