Las cosas evolucionan, y la Confraria de Pescadors no se queda atrás. Más del 30% del pescado blanco que se subasta en la lonja de Tarragona es vendido a través de Internet. Desde el sofá de casa, los mayoristas y pescaderos, pueden pujar por la mejor merluza o la mejor gamba. El cliente se conecta directamente con la lonja, gracias a un programa, que le permite estar presente durante la subasta. «El cliente puede ver el pescado y pujar. Lo mismo que si estuviera presencialmente», explica Albert Badia, gerente de la Confraria de Pescadors de Tarragona.
La iniciativa se puso en marcha hace aproximadamente unos cuatro años en algunas lonjas de Catalunya. «Poco a poco ha ido calando entre el sector y, ahora, el 32% del género del arrastre se vende online», comenta Badia, quien asegura que el funcionamiento es muy sencillo. «El cliente interesado debe ponerse en contacto con la empresa, que le facilita la herramienta para poder acceder al programa. Creo que hay una cuota mínima», explica Badia, quien destaca que, «una de las ventajas es que el mayorista puede comprar en cualquiera de las cofradías que tenga operativo el programa. Incluso pueden pujar de manera simultánea».
Una vez hecho el pedido, hay dos formas de trasladar el pescado. «Es muy importante dar confianza al cliente. Debe saber que llegara a su casa en las mismas condiciones que lo compró», apunta Badia. Una opción es que un camión enviado por el cliente recoja el género. Y la segunda es que la misma cofradía se encargue de preparar el pescado y lo envíe al cliente.
Nuevos horizontes
El sistema de pago es a través de una tarjeta de crédito. El cliente deposita en ella un dinero y puede ir comprando hasta agotarlo. Esta medida abre nuevos horizontes, como vender el pescado a clientes extranjeros. «Ahora nos estamos iniciando. Ya hemos vendido a Francia e Italia, también al resto del Estado español», explica Badia, quien añade que «de momento no ha habido quejas. Nuestra intención es ampliar el mercado».