Más gastos e ingresos tras superar la crisis

Plan de ajuste. El control de la ayuda recibida en lo peor de la recesión revela la recuperación económica

24 febrero 2020 20:40 | Actualizado a 25 febrero 2020 10:48
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Contradictoriamente, el día en el que el gobierno municipal presentó el pasado viernes en el Saló de Plens el seguimiento positivo del plan de ajuste económico chocó con el muro de la oposición, que le evitó poder hacer uso a corto plazo de 455.000 euros para gastos y obras, tras tumbar PSC, Cs, CUP y PP dos modificaciones presupuestarias solo un mes después de que las cuentas entraran en vigor. Esto significa un golpe en las previsiones del gabinete de Alcaldía para poder avanzar obras previstas para el segundo semestre, pero el edil de Hisenda, Jordi Fortuny (ERC), asegura que «encontraremos fórmulas para poder tirar hacia adelante» tras recibir el primer «no» en veinte años a un modificativo de crédito. «Nos quieren frenar proyectos y debilitar», denuncia el también segundo teniente de alcalde.

Lo cierto es que la sesión de la Plaça de la Font del pasado viernes tuvo momentos surrealistas, como cuando socialistas, naranjas y populares reivindicaron «la salud» por la que pasan las cuentas municipales, un hecho que fue avalado curiosamente a regañadientes por las formaciones que apoyan el ejecutivo de Pau Ricomà.

«Hay dinero, concretamente 16 millones de euros de remanentes afectados por préstamos. No hacía falta proponer los modificativos. Si no son capaces de gestionar el Ayuntamiento con estos recursos, que den un paso atrás y que lo dejen», afirma la edil de Ciutadans Sonia Orts, quien pide al alcalde que «dé el nombre de las partidas a las que se destinará estos millones».

En la misma linea se expresa Pau Pérez (PSC) –que fue responsable de Hisenda durante doce años–, quien remarca que «en la liquidación del presupuesto del próximo pleno se verá la realidad, que es que las cuentas del Consistorio no tienen ningún problema, más a raíz del incremento impositivo que han realizado», que asciende al 30% en la plusvalía, el 12% en la basura, el 50% en los pisos vacíos y el 3% el agua.

Mejor de lo esperado en 2012

Lo cierto es que en el informe de fiscalización del seguimiento del plan de ajuste de 2012 se revela que el Consistorio está en una mejor situación de la esperada cuando se inició este control financiero, hace ocho años, lo que permite hablar ya de crisis superada.

En ese momento, en lo peor de la recesión económica, el Ayuntamiento venía de sufrir un déficit de tres millones en 2011, mientras que las previsiones para ese año tampoco era halagüeñas. De hecho, en su segundo mandato, el entonces alcalde –Josep Fèlix Ballesteros (PSC)– mandó una circular interna en la que obligaba a los funcionarios y altos cargos a «comer de menú y viajar de low cost» cuando tuvieran que ir fuera a representar al Consistorio. Por ello, y a raíz de la entrada de Mariano Rajoy (PP) a la Moncloa, el Consistorio tarraconense solicitó –sin ningún voto en contra en el pleno– un préstamo de 19,8 millones de euros para pagar 838 facturas. Este crédito, a su vez, suponía someterse a un control económico –financiero por parte del Estado durante diez años, que finaliza en 2022.

Según el documento de seguimiento elaborado por el interventor general que pasó el pasado viernes por el Saló de Plens, el Ayuntamiento ingresó en 2019 un 7,47% más de lo previsto en 2012, mientras que los gastos ascendieron solo un 3,48%, por lo que el balance respecto a los dibujado hace ocho años es positivo. «Esto demuestra que estamos haciendo las cosas bien», reivindica Jordi Fortuny.

En concreto, en el cuarto trimestre de 2019 el Consistorio había ingresado 175,8 millones de euros, mientras que en el plan de ajuste económico se preveían 163,6. Por lo que se refiere a los gastos, mientras que en el plan se dibujaban 147 millones, en la realidad han sido 152,2, lo que significa un 3,48% más. Asimismo, el informe pone de relieve que el Consistorio tiene un ahorro neto positivo de 8,5 millones –por los 3 previstos–, mientras que presenta una capacidad de financiación de 15 millones, cuando lo estipulado en el plan es de 4,2. En el documento se añade que el periodo medio de pago de la administración municipal es de 12,60 días, cuando el límite legal es de 30.

La vertiente negativa es que la deuda viva de la corporación local es un 9% superior a los previsto. Así, mientras que en el plan de ajuste económico se preveía un pasivo de 129 millones, este es ahora de 140 (sin contar empresas municipales). Esta cifra, sin embargo, se sitúa por debajo del límite del 110% legal, por lo que los economistas municipales dan la razón a la oposición y avalan la mejor salud de las cuentas de la Plaça de la Font.

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