Más puentes en las calles para evitar atropellos de ardillas en La Móra-Tamarit

Los vecinos de la Móra-Tamarit, la concejalía de Medi Ambient del Ayuntamiento de Tarragona y la Associació Mediambiental La Sínia se reunieron hace unos días para abordar una problemática que desde hace años viven en la zona: los constantes atropellos de ardillas por parte de coches.

Desde la entidad ecologista calculan que cada año mueren entre 12 y 15 ejemplares por esta causa. Por ello, en 2017 implantaron una prueba piloto que consistió en la colocación de dos cuerdas en dos puntos del barrio para que las ardillas pudieran cruzar la calle por ellas y no tener que pasar por la calzada. Aunque una fue derribada por un camión porque no se había colocado correctamente, pudieron comprobar que la otra funcionaba a la perfección, con lo que las tres partes han acordado ir colocando, en la medida de lo posible, nuevos cables en varios ‘puntos negros’, que son en los que han detectado que se producen más atropellos mortales de estos animales.

Héctor Hernández, de la Sínia, comenta que además de la colocación de estos puentes también se habló de la posibilidad de instalar nuevas señales para recordar a los conductores la presencia de ardillas y la implantación también de cajas nido para favorecer su refugio. Otra de las opciones que se pusieron sobre la mesa fue la construcción de reductores de velocidad para que los coches no corran tanto, pero esta es una actuación que tiene un mayor coste y está supeditada a los presupuestos municipales.

Por su parte, el presidente de la entidad vecinal, Francesc Garcia, es optimista con la aplicación de estas medidas en un futuro próximo. «Cuando hablamos con la concejala Eva Miguel comentamos incluso la posibilidad de aprovechar algunas farolas para colocar estas cuerdas que crucen las calles y parece que no habría ningún inconveniente», señala Garcia, a la vez que recuerda que los puntos que han detectado más peligrosos y en los que se tendrían que instalar estos puentes son el paseo Esquirol, en la avenida Mediterrani y en la calle Conca de Barberà, donde ya se encuentra el que se puso en la prueba piloto de hace cinco años. Con todo, desde la asociación de vecinos, cada vez que detectan un atropello, cuelgan en las redes sociales una foto del cadáver del animal, «pues es la única forma que hemos visto que puede servir para concienciar a la gente de que no circulen a tanta velocidad por las calles del barrio», asegura Garcia. En este sentido, el representante vecinal denuncia que «conducen sin ningún control, van desmadrados, y quienes lo pagan son las pobres ardillas, nos las acabaremos cargando todas y nos quedaremos sin ellas en nuestra zona».

En relación al número de ejemplares que habitan en la zona, Hernández asegura que lo desconocen porque no hay ningún censo que lo tenga contemplado, pero «la sensación es que se encuentran bien refugiadas en zonas forestales y poco a poco han aprendido a convivir con los humanos». No obstante, el experto de la Sínia lamenta que estas muertes se producen porque «como rompemos la conectividad de las zonas boscosas tienen que bajar al suelo para moverse, donde están indefensas y acaban atropelladas», pero añade que «lo que pudimos comprobar con la prueba piloto de 2017, a través de unas cámaras que pusimos al lado de las cuerdas, es que con estos puentes pueden cruzar las calles sin ningún peligro».

Otras zonas de la ciudad

Finalmente, Hernández comenta que la idea es aplicar este sistema en el barfrio de La Móra-Tamarit pero defiende que estaría muy bien poder extenderlo en otras zonas de la ciudad con presencia de ardillas y donde tienen constancia que mueren por los mismos motivos, pues dice que se trata de una problemática general. Eso son urbanizaciones como Boscos o Cala Romana.