Mascotas: No son juguetes

Regalar un animal sin una reflexión previa puede llevar de la felicidad al abandono y desgracia de la criatura

19 diciembre 2018 11:26 | Actualizado a 19 diciembre 2018 11:28
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A quién no se le cae la baba al ver un cachorro con un lazo navideño o saliendo de una caja. Regalar mascotas, ya sean perros, gatos, cobayas, periquitos, tortugas, etc. es una de las opciones por las que se opta, sobre todo de padres a hijos, para estas fiestas. 

Detrás de ese detalle, que llenará al niño o niña de felicidad, existe una responsabilidad enorme. El cuidado, la manutención del animal o los comportamientos propios de su naturaleza no facilitan su convivencia, aunque su simple compañía le pueda llenar de amor y cariño. Tomar conciencia de ello es importante para evitar situaciones de abandono. Por desgracia, se suelen dar, afectando a protectoras, asociaciones animalistas y veterinarios, entre otros, por personas inconscientes y de pobre humanidad. 

Pilar López y Yolanda Martínez de la asociación reusense Mas dels Peluts, cuentan que las mascotas «no son juguetes, son vidas. Es muy bonito un cachorro con un lacito, pero crece, pasa la Navidad y se abandona. Las personas que vienen a adoptar tienen que ser conscientes de que pasado el día de Reyes, van a querer al animal, si no, es que no están interesados». La despreciable práctica de abandonar a las mascotas suele ser de gente que «que compra, no tanto en los que adoptan. Es muy habitual en perros de raza». 

Las asociaciones buscan conocer a las personas  antes de dar un animal en adopción

«Existe un mercado muy fuerte. Los criadores lo tienen preparado para tener las camadas antes de Navidad. Hay un gran negocio que trata con perros, gatos y roedores, aunque el caso de los perros es mucho más alto», dicen desde Mas dels Peluts. 

López y Martínez aseguran que «nunca entregamos los animales sin esterilizar o castrar. Si es demasiado pequeño, en el contrato de adopción se obliga a ello y se hace un seguimiento con el informe de un veterinario».

Para evitar los abandonos, las personas que adoptan deben superar un test. Según López y Martínez, «se busca conocer a la familia o a la persona a la que irá destinado el animal. Se hace un test de adopción y se asesora según el tipo de vivienda y de vida del amo antes de firmar el contrato de adopción». 

«Es muy importante tener conciencia a la hora de regalar una mascota. Ahora son muy bonitas y hacen gracia, pero crecen y hacen de las suyas. Luego llegan los meses entre Semana Santa y verano y nos vemos desbordados por la cantidad de entradas de animales y las pocas salidas de adopción. Nos saturamos», apuntan desde Mas dels Peluts.

Núria España, de la Associació Engrescats de les Terres de l’Ebre, ubicada en Amposta, sigue en la línea de estar concienciados: «No es que no se tengan que regalar mascotas, si la persona sea responsable. Una adopción debe ser reflexionada y no impulsiva. Siempre que la gente sepa que un perro no es un juguete o una bufanda, que conlleva una gran responsabilidad y hayan reflexionado sobre ello, estoy a favor de que se regalen animales». 

«Hay una tendencia de regalar cachorros sin pensar que crecerán. Cuando más se abandonan es el periodo de los 6 a los 10 meses que es la adolescencia de los perros y cuando son más rebeldes y rompen más cosas», dice la miembro de Engrescats. 

Los abandonos se suelen dar entre los 6 y 10 meses, la edad de la adolescencia de perros

«Hay muchos perros al alcance de todo el mundo, a través de conocidos -continúa España-. Hace gracia tener un cachorro pero después la gente se cansa de él». 

«Hay padres que quieren regalar un perro a un niño muy pequeño, pero tienen que saber que serán ellos los que lo sacarán a pasear y lo llevarán al veterinario, porque un niño de dos años no puede», apuntan desde Engrescats. 

Núria España explica que «en Navidad es cuando viene más gente. Se quieren regalar gatos y perros, y aunque las personas que vienen a adoptar están más concienciadas que los que compran o  los que reciben de un conocido, sigue habiendo abandonos». 

Carmela Piñol, de la Protectora d’Animals de Tarragona, expone: «Siempre que se haga con responsabilidad se puede regalar una mascota. El peligro está cuando se adopta para regalar sin tener conciencia y solo por capricho del niño». Las excusas de abandono son de todo tipo: «La crisis económica, cambio de casa o de ciudad o separaciones de parejas». 

«Estamos en contra de los criaderos -prosigue Piñol- ya que tenemos a más de 60 perros sin hogar en la Protectora y no hace falta que la gente críe para ganar dinero. Además, en los ilegales explotan a la madre que la tienen echa caldo». 

Desde la Protectora de Tarragona comentan que «cuando el animal crece a mucha gente le molesta. No aprenden a comportarse y en muchos casos no se entiende que hay que educarlos». En esta línea, «muchos quieren un perro molón como el pitbull, el american stanford o el dogo, que si no se saben educar son razas peligrosas. Se dan casos de perros que crecen y han mordido a un vecino porque no se le ha educado y sociabilizado, tanto con la gente como con otros animales». 

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