Matías Alonso, el violinista del Titanic

Ciutadans pierde treinta escaños y casi un millón de votos en unas elecciones en las que los de Carrizosa han sido la víctima del efecto Illa

15 febrero 2021 00:20 | Actualizado a 15 febrero 2021 09:48
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Tocados y hundidos. Ciutadans fue el gran perdedor de estas elecciones en el Parlament de Catalunya y los vientos favorables que en 2017 los situaron como la fuerza más votada forman parte de unos maravillosos años que ahora casi parecen en blanco y negro, de los lejanos que han quedado.

El Titanic se va a la deriva y la formación naranja sale descompuesta y buscando un nuevo rumbo que les permita recomponerse después de su segundo batacazo electoral consecutivo. A la huida de Lorena Roldán al Partido Popular hay que sumarle las bajas en los últimos días de tres de los cuatro integrantes del grupo municipal y este número podría seguir creciendo en los próximos días si Carlos Carrizosa no consigue taponar una herida que requiere de respiración asistida por la irrupción de la ultraderecha y el efecto Illa.

Las encuestas no eran buenas. Sin embargo, los pronósticos aún eran holgados teniendo en cuenta los resultados que les dejó una jornada electoral en los que esta formación perdió treinta escaños y casi un millón de votos, por lo que ha pasado de primera a séptima fuerza en el Parlament. Con más del 99,75% del escrutinio, los de Carrizosa habían perdido la cifra de 952.257 votos en Catalunya y tan solo conseguían representación en las demarcaciones de Barcelona y Tarragona, después de quedarse fuera tanto en Lleida como en Girona.

Matías Alonso se mantiene como el violinista del Titanic. El hombre que ha estado allí desde el primer momento y ahora ve como los que habían sido sus compañeros empiezan a abandonar el barco, con dificultades para mantenerse a flote. Los sondeos que se daban a conocer a partir de las ocho de la noche apuntaban a que en la demarcación de Tarragona los naranjas tampoco obtendrían representación. Sin embargo, a medida que avanzaba el recuento pudieron conseguir colarse y ya no hubo más emociones para esta formación, en una noche electoral con caras largas en la sede de la calle Pons d’Icart. Allí, Alonso seguía el escrutinio desde el local acompañado por su número dos, Pere Lluís Huguet, y de Carme Margalef, número tres en la lista y que tampoco le acompañarán al Parlament. Alonso será el único diputado tarraconense de Ciutadans, cuando en la anterior legislatura ganaron los comicios en la demarcación y consiguieron hasta cinco representantes.

El líder de Ciutadans en Tarragona lo atribuyó a la baja participación. «En Tarragona nos hemos quedado con un 50,44%, siendo una de las más bajas o la más baja». Alonso reconocía que quizás uno de los fallos es que «no hemos sabido movilizar» al electorado en una campaña «atípica». Un discurso que también lanzó Carlos Carrizosa desde Barcelona, quien afirmó que «la mitad de los catalanes se ha quedado en casa». El mensaje fue unánime: «Seguiremos haciendo lo mismo que desde 2006: defender el constitucionalismo desde el centro, desde la moderación, desde la ideología liberal y con la absoluta firmeza en la lucha por las libertades». Sin embargo, ayer mismo por la noche la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, ya convocó a una reunión de la Ejecutiva nacional del partido para analizar esta misma tarde los resultados. El «huele a leche» de Albert Rivera ayer volvía a aparecer como una maldición en la sede de los naranjas.

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