'Me ponía nervioso si veía un policía, aunque fuera de lejos'

El joven tenía 13 años cuando ocurrieron los hechos. El 27 de febrero se celebrará el juicio contra el agente de los Mossos d’Esquadra que le asestó el golpe

21 febrero 2018 08:26 | Actualizado a 21 febrero 2018 15:52
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Magí Castro Marauri recibió un golpe de porra por parte de un agente de los Mossos d’Esquadra durante la carga policial que tuvo lugar el 14 de noviembre de 2012, día de huelga general. Entonces, Magí tenía 13 años y, actualmente, tiene 19. El joven estudia Antropologia en la URV, es casteller de la Colla Jove de Tarragona y practica música en la escuela El Tecler. Además, forma parte del colectivo Joventuts Llibertàries. El día 27 de febrero se celebrará el juicio contra el presunto autor del golpe al joven. Aprovechando el momento, Magí y su entorno ha puesto en marcha la campaña Ni al cap ni enlloc.

¿Cuál es la intención de esta campaña?
El objetivo es recordar lo que me hicieron el 14 de noviembre de 2012 en la avenida Vidal i Barraquer. Llega el juicio y queremos dar visibilidad a mi caso, aunque pensamos en todas aquellas víctimas que han sufrido agresiones policiales.

¿Qué recuerda de ese día?
Fui con mi madre a la manifestación que empezaba en la Plaça Imperial Tarraco. Recuerdo que llegamos tarde. Cuando la manifestación llegó a la altura de la avenida Vidal i Barraquer, los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra empezaron la carga policial. Nosotros queríamos escondernos, pero no tuvimos tiempo. De repente noté que me asestaron un golpe de porra en la cabeza. A partir de aquí, todo lo recuerdo borroso. Quedé aturdido.

¿Qué pasó después?
Fue el momento en que he pasado más miedo en mi vida. Los compañeros y mi madre me cubrieron mientras yo oía muchos gritos. La policía nos dio otro golpe de porra por si no había suficiente. Una chica, Anna, alertó a los agentes de que era un niño, pero no le hicieron caso y también le asestaron algunos golpes. Encima nos negaron el auxilio y la ambulancia no llegó nunca.

¿Cómo llegaste al hospital?
Gracias a la solidaridad de un vecino que vino con el coche.

¿Alguna vez le han dicho que no debería haber estado en la manifestación por ser menor de edad?
Sí, muchas veces. Pero tenemos que salir a la calle a defender nuestros derechos sin necesidad de violencia. Hoy en día hay muchas familias que van a manifestaciones independentistas. Yo fui a pedir sueldos dignos.

¿Cuál fue la versión de los Mossos?
Primero, que yo había tirado una piedra y me había dado. La segunda, que el agente dio un golpe con la porra en la mochila de un chico y ésta rebotó en mi cabeza. Increíble. Menos mal que hay vídeos.

¿Le quedaron secuelas?
Claro, cuatro puntos en la cabeza y un trauma que duró unos meses. Me ponía nervioso si veía un policía, aunque fuera de lejos, y no podía estar en sitios con mucha gente. Cuando entraba en el instituto me agobiaba y mis compañeros se daban cuenta.

¿Alguien se puso en contacto con ustedes?
Sí, el conseller de Interior de ese momento, Felip Puig, quien se interesó por mi estado de salud y consiguió adelantar la prueba del TAC.

¿Qué espera del juicio?
Nada, no tengo ninguna expectativa. Solamente quiero que se recuerde mi caso y que la gente haga memoria. Se trata de hacer justicia simbólica para las víctimas de actuaciones policiales.

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