«Messi, en el mundo clásico, hubiera ido a clases de filosofía»

Entrevista al director de Tarragona Viva, Magí Seritjol, quien habla de la veinte edición de un festival que este año girará alrededor del deporte y el papel de la mujer. El certamen comenzará este domingo

08 mayo 2018 10:07 | Actualizado a 08 mayo 2018 10:24
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Magí Seritjol es el director de Tarraco Viva un certamen que este año llega a su veinte aniversario y que se moverá alrededor de dos ejes. Por un lado, el papel del deporte en el mundo clásico y, por el otro, la reivindicación del papel de la mujer. Con más de 450 actos, el festival comenzará el próximo domingo día 13 y durará hasta el 27 de mayo.

Veinte años de Tarraco Viva, ¿cuando inició el festival cómo se imaginaba que sería este momento?
Queríamos divulgar mejor el legado romano, acercarlo a la gente y hacerlo más digerible para que se viera que la historia es interesante. Cuando empezamos en 1999 no teníamos grandes pretensiones. Ha sido poco a poco que ha ido evolucionando.

¿Cuál cree que ha sido su contribución?
Ha hecho que el patrimonio histórico en cierto modo forme parte de la vida diaria de todos. Se ha puesto en relieve que no es una cosa de arqueólogos e investigadores, sino que la gente puede implicarse y participar. Ésta ha sido una de las cosas buenas que ha aportado, porque si el patrimonio tan solo es de los que se hacen cargo de los museos, mal vamos. 

Lo que ha permitido conocer mejor cómo era la gente en Tarraco.
Descubrir las raíces como sociedad es apasionante. Tenemos la concepción de que los romanos vinieron y se fueron, pero no desaparecieron. Las sociedades se estratifican y cuando la gente descubre las raíces de su cultura, el concepto de servicios públicos, el origen de muchas palabras... es apasionante.

¿Sigue siendo un descubrimiento?
Claro que sí, no hemos rascado ni la superficie. Es un mundo que aún está por descubrir.

¿Qué es lo que le ha sorprendido más?
La diversidad. Cuando tienes una visión superficial del mundo lo ves como muy monolítico, pero te acercas y ves que había una mezcla de gente que era impresionante. Roma podríamos compararla con Nueva York, incluso Tarragona. Está documentado que aquí se hablaban más de treinta lenguas, lo que significa que eran ciudades muy conectadas entre sí. Esto es lo que hemos intentado hacer durante todos estos años, difundir que era un mundo políticamente romano pero culturalmente muy diverso. Roma era un conglomerado de culturas y pueblos.

Este año el festival se centra en el deporte, ¿qué papel tenía éste en la antigüedad?
La idea es reivindicar que el deporte como competición nace en el Mediterráneo. Aunque no era como lo entendemos nosotros. Platón afirmaba que era la principal victoria que uno obtiene sobre sí mismo. La filosofía es la de un combate con uno mismo para conseguir mejorarse.

¿Ya había el espíritu de competencia?
Sí, eran competitivos pero desde el punto de vista de obtener la virtud, que era el equilibrio. Casi es filosofía zen. 

¿Quién practicaba deporte?
La participación era para la gente que tenía la capacidad de no trabajar, de dedicarse al ocio y cultivar la virtud, por tanto era gente con ciertos privilegios y aristócratas. 

¿En qué deportes competían?
Había boxeo, saltos de diferentes modalidades, jabalina, lanzamiento de disco... Las carreras quizás representaban el atleta más ideal. 

Tampoco hay muchas diferencias respecto al deporte en la actualidad.
Al deportista actual le interesa mejorar su marca, mientras que en el mundo antiguo, además del deporte, escribían y filosofaban. Les dotaban de contenido intelectual ya que tenían la convicción de que sin preparar la mente no podían preparar el cuerpo. Imagínese que Messi tuviera que ir a clases de filosofía, recitar y componer poemas porque entendían el atleta como un todo. Incluso había autores de la época que criticaban a los que se hipermusculaban y se pasaban con la parte física.

«El desnudo masculino aparece en el siglo VIII-IX A.C. y no es hasta 500 años más tarde cuando aparece el primer desnudo femenino»

¿Si el deportista no tenía unos conocimientos recibía críticas?
Sí, además son las mismas que ahora. Por una parte, los médicos decían que un exceso de deporte no es sano y, por el otro, como ahora, había cierta superioridad moral de los que se dedicaban al intelecto y trataban a los deportistas de musculitos. 

Este año las mujeres también serán protagonistas.
Es un aspecto que hemos potenciado con el espacio de mujeres en la antigüedad. Estamos empezando con la idea de dar a conocer lo que se ha avanzado con los estudios de género en este periodo, porque la mujer no estaba en casa, hilando y criando. En el mundo griego había empresarias, terratenientas, gestoras... Está surgiendo un mundo mucho más complejo del que nos habíamos imaginado.

¿Por qué resulta tan desconocido?
Porque es evidente que culturalmente hablando la sociedad occidental se ha formado a través del hombre. El desnudo masculino aparece en el siglo VIII-IX A.C. y no es hasta el siglo III A.C. cuando la valoración del cuerpo de la mujer se equipara. Se necesitan ni más ni menos que 500 años para que aparezca el primer desnudo de una mujer. Son construcciones culturales que obedecen a construcciones sociales y políticas. 

¿Se las escondió?
Evidentemente, las sociedades se construyen en base de símbolos culturales. Si el mundo griego te decía que el ideal de belleza era el nudo masculino y tarda 500 años en empezar a representar Afroditas y Venus, significa que las construcciones mentales las hacían los hombres. Debemos sacar a la luz todo esto.

La sociedad romana tenía una estructura muy patriarcal.
Y los griegos aún más, pero se trata de ponerlo encima de la mesa y poner al descubierto que en Roma había grandes profesionales que eran mujeres, sin pensar que era generalizado.

Y a partir de ahí cada uno que saque sus conclusiones.
Efectivamente. Hay quien busca que el público se emocione con los espectáculos, pero a mí personalmente me gusta ir más allá. Que la gente piense y se haga preguntas. La historia si sirve para algo es para interrogarnos continuamente. Si aquellas civilizaciones hicieron todo lo que hicieron con muchos menos recursos, quizás podemos hacer algo. 

¿En qué aspectos por ejemplo?
Con la inmigración. Uno de los grandes aciertos de Roma fue la integración de colectivos que no eran romanos. Roma estaba al borde del colapso y de desaparecer cuando decidió ampliar la ciudadanía. No es trasladable, pero me hace pensar. Los valores de la ciudadanía occidental se preservarán abriéndonos y haciendo que mucha más gente los comparta. 

Representaciones para pensar, pero la imagen del festival casi siempre es la de la lucha de los gladiadores.
El titular eclipsa el artículo, pero ya que es lo que a mucha gente le gusta hemos intentado que lleve a reflexiones. No es luchar por luchar, sino que había unos componentes y unos valores. La lucha de gladiadores era el espectáculo de la victoria y de la impasibilidad delante del dolor, del sufrimiento y la muerte. Era el máximo valor para un romano. Las lágrimas de Iniesta en su despedida para nosotros ahora son un valor, cuando para los romanos, por su impasibilidad, habrían sido la antítesis. Un espectáculo de gladiadores no era cortar cuellos y sangre sino que era la demostración palpable de que podía vencerse a la muerte y al dolor.

«Nadie duda de que TGN es la capital arqueológica del país y podemos convertirnos en capital histórica, porque pueden explicarse todos los periodos»

¿Qué retos tiene el festival?
Uno de los temas que debemos abordar son los nuevos formatos. El festival está en el mundo digital pero una cosa es estar y la otra ser. Plantearnos qué podemos hacer como festival de divulgación del mundo antiguo, creando desde lo digital para lo digital. Otras cuestión es explicar la historia a través de las imágenes. Debemos ampliar temas, formatos y uno de los sueños siempre ha sido que el festival dure un mes. 

¿Darle más continuidad?
El festival no puede durar todo el año, lo que puede extender es la mentalidad y con los recursos patrimoniales que tenemos, darle continuidad. Tenemos el Pretori, el Circ, los museos... El reto es crear programaciones continuas estables durante todo el año para que la gente se acerque al patrimonio de forma divulgativa. 

¿Crear una industria alrededor de Tarraco Viva?
No es el Tarraco Viva. La idea que deberíamos ponernos en la cabeza es que el conocimiento de la historia genera una riqueza a nivel personal, que en definitiva es cultura. Debemos esforzarnos todos para hacer posible que todo el mundo pueda acercarse a la historia durante todo el año. No se trata ya de ir a los museos sino también a los archivos y de conocer el legado medieval, el paso de la sociedad agrícola a industrial. Es que tenemos un mundo por descubrir y debemos dar nuevos pasos, porque la historia en nuestra ciudad sí que es un motor. 

¿Cómo se concibe?
Nadie duda de que Tarragona es la capital arqueológica del país y podemos convertirnos en capital histórica, porque es la ciudad en que pueden explicarse todos los periodos. La historia podría generar riqueza personal y al final también industria porque se necesitan figurantes, maquilladores, diseñadores, fotógrafos, guionistas, restauradores... Son un montón de sectores que podrían implicarse y crearíamos una riqueza enorme. Lo que no podemos hacer es seguir los pasos de otros. Lo que debemos hacer es convertirnos en grandes expertos en cómo contar la historia a los demás. No es hardware sino que es software, que es más económico y lo que nos diferenciará. 

Ya no hace falta tener grandes museos.
Sí, pero esta claro que no nos posicionará tanto. En el siglo XX pensábamos que un edificio, de un arquitecto reconocido, nos posicionaría pero hemos visto que no es tan importante el continente como el contenido. Es más importante cómo transmitimos el conocimiento. 

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