Muchos de los candidatos tarraconenses apoyan el Hard Rock

Sólo CUP y Catalunya en Comú-Podem rechazan el nuevo BCN World. La mayoría apuesta por reindustrializar las Terres de l’Ebre

12 diciembre 2017 09:35 | Actualizado a 12 diciembre 2017 09:44
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La mayoría de candidatos tarraconenses mostró ayer su apoyo al nuevo proyecto que releva al antiguo BCN World: el Hard Rock Entertainment.

De hecho, sólo la CUP y Catalunya en Comú-Podem rechazan el proyecto previsto en el Centre Recreatiu i Turístic de Vila-seca y Salou, por considerarlo «turismo de low cost» y generador de «trabajo precario», según afirmaron Xavier Milian y Yolanda López.

 El resto de formaciones es favorable a la materialización de este plan de ocio, que junto al Logis Penedès debe ser uno de los grandes proyectos a medio plazo para generar ocupación en el territorio.

«Tarragona tiene grandes oportunidades, es una zona única donde conviven industria, agricultura, turismo y la química», afirmó Alejandro Fernández (PP), quien disparó contra la CUP por intentar frenar estas inversiones. «La propia Anna Gabriel ha afirmado que su modelo es la tribu», detalló el candidato popular. 

En el lado constitucionalista, Lorena Roldán (Cs) también defiende Hard Rock, y se muestra partidaria de llevar a cabo «un plan de choque para potenciar las marcas Barcelona y Tarragona», un hecho que, a su juicio, «permitirá frenar la fuga de empresas y el descenso en el volumen de pernoctaciones que ha sufrido el sector hotelero».  

Rosa Maria Ibarra (PSC) quiere «un lobby para lograr cada año un mínimo del 10% de las inversiones en el territorio», mientras que Eusebi Campdepadrós (Junts per Catalunya) pide a España que «no sea, junto a Francia, el único país que no cumple la directiva europea sobre la red de generación de energía», una circunstancia que, lamenta, encarece el coste de la energía para las empresas. 

Òscar Peris (ERC) cree que el debate económico «no puede ir por separado de las inversiones», y lamenta la voluntad del Estado «de hacer pasar el Corredor del Mediterráneo por Madrid». 

El futuro tras las centrales

En lo que también hubo un acuerdo mayoritario es en la voluntad de reindustrialización del Ebre de cara al final de la vida útil de las centrales nucleares.

En este sentido, Alejandro Fernández cree que «es cierto que las nucleares provocan riesgos, pero deben aprovecharse las oportunidades que generan, como hacen en Francia», mientras que Rosa Maria Ibarra (PSC) apostaría por no cerrarlas, sino que «dejen el uranio y la actividad nuclear y se centren en el almacenamiento y el hidrógeno». 

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