Mujer de armas tomar

Sandra López Cabrera acaba de rodar su segundo documental. Esta reusense de 39 años, que debutó en el mundo de la recreación histórica a partir de Tarraco Viva, es una de las protagonistas de Viking Women Warriors, un largometraje que se grabó en noviembre entre Suecia y Finlandia. La productora es Urban Canyons en colaboración con las cadenas Smithsonian Chanel y la BBC. 

López estuvo cinco días rodando un documental que «quiere romper los estereotipos del cine», según explica. Ejerce de escudera de la protagonista, un papel en el que ha podido demostrar su destreza con la espada. Y es que López se mueve bien como espadachína. Su profesor fue Ivan Villaumbrales, quien le introdujo en el mundo de la esgrima cuando ella se inició en la recreación histórica. Su estreno fue a través de Tarraco Lvdvs, un grupo de gladiadores que Marc Solé fundó en 2013 y que es el único en España que ha incorporado a mujeres gladiadoras. «Mi entrada fue un poco de rebote ya que vi unas fotos, pregunté y me incorporé», explica. 

A medida que fue poniéndose en el papel de gladiadora, mejoró su destreza con la espada. A partir de aquí empezó a recibir ofertas como vikinga. «El hecho de ser rubia y de ir con un escudo azul hacía que mucha gente me confundiera, así que empecé a hacer recreación histórica también en este campo», dice. El único cambio no fue tan solo en las vestimentas, sino que también tuvo que empezar a entrenarse con otra arma y en un tipo de lucha diferente. 

Una buena acogida
Su debut en el séptimo arte fue haciendo de extra en la película catalana Patria. A partir de ahí recibió una oferta para participar en su primer documental. Fueron tres capítulos en los que se explicaban los intríngulis de la gladiatura, una producción que puede verse ahora en España a través del canal Odisea y que ha tenido una muy buena acogida en Rusia, Alemania, Francia e Inglaterra, entre otros países en los que se ha estrenado. 

Su aparición en estos documentales ha hecho que cada vez esta actriz sea más conocida. Juega en un campo, además, en el que las mujeres guerreras son minoritarias, por lo que cada vez más está recibiendo ofertas en un ámbito que en Europa está en auge. «No es un mundo con el que puedas ganarte la vida, pero si te van saliendo cosillas como actriz y modelo de fotografía, ganas un dinero adicional». 

Su maquillaje fue imagen de la Asociación Española de la Lucha contra el Cáncer

Mientras amplia sus horizontes en el cine, sigue como tesorera de Tarraco Lvdvs y en su papel de Bovdica. Ésta representa a la hija de herrero en Britania que, tras la llegada de Claudio, fue enviada a Roma como esclava hasta que entró en una ludus. 

Su carrera como luchadora muy poco tiene que ver con su vida profesional. Sandra López Cabrera es tatuadora. «La recreación es una afición, que llega a ser una pasión», asegura. A través de su papel afirma que ha aprendido más que en la escuela y ahora ella también va a centros para que los más pequeños conozcan un mundo, el de los gladiadores, que por su bravura y su aparición en el cine siempre ha despertado gran interés entre los niños. 

Imagen de la lucha contra el cáncer
López Cabrera es una guerrera, con la espada y a nivel personal. El año pasado superó un cáncer y su maquillaje se convirtió en imagen de una campaña impulsada por la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer. Incluso se hicieron colgantes con lo que ya se ha convertido un símbolo de lucha. 

Su papel como gladiadora es el de valiente y rebelde, dos atributos que López asegura que puede atribuirse como persona. «Supongo que me he hecho un poco a mi misma, con un carácter fuerte y que sigue adelante con todo», argumenta. Recientemente acaba de trasladarse a vivir a Italia. Desde la distancia seguirá trabajando en su papel y ya ha tenido algunas ofertas para seguir ampliando su carrera, que cada mes de mayo tiene en Tarraco Viva su punto de retorno.