Mujeres, en plural y con el foco en la diversidad

Feminismo migrante antirracista, gitano, lesbianismo y afrofeminismo. Pacientes psiquiátricas y feminismo discapacitado. Madres, trans, gordas y rurales. La diversidad caracteriza a Feminismos (Oberon Libros. Grupo Anaya), ensayo de varias autoras de ‘Pikara Magazine’, una revista con una mirada crítica hecha por y desde las mujeres.

«Somos diversas y nos atraviesan desigualdades que no solo tienen que ver con el hecho de ser mujeres, sino, en mi caso por ejemplo, con el hecho de ser lesbiana, o en el caso de otras compañeras, por tener una diversidad funcional o por ser personas racializadas», explica la periodista Andrea Momoitio (Ortuello, Vizcaya), coordinadora de ‘Pikara’ y una de las coautoras del libro.

Así, Feminismos aborda las diferentes realidades que van más allá de la clásica comparativa hombre-mujer. «Todavía es muy habitual que se hable de la mujer, en singular. Pero el movimiento feminista hace unas décadas ya viene reivindicando que hablemos de las mujeres y este plural incluye muchas realidades. Es mucho más que la imagen de las sufragistas blancas, luchando por los derechos políticos y sociales».

El libro sale a la luz justo cuando se cumple una década de ‘Pikara’, que llega a todo el mundo en línea (https://www.pikaramagazine.com/) con un alto número de visitas, en torno al 40%, desde Latinoamérica.

El movimiento feminista hace unas décadas ya viene reivindicando que hablemos de las mujeres y este plural incluye muchas realidades

Un proyecto que, como señala Momoitio, también ha tenido que «graduarse las gafas moradas porque nuestra mirada cada vez es más compleja». Sin prisa, pero si pausa, la periodista lo tiene claro.

«Tenemos muchos retos aún porque lo que pretendemos es un cambio de paradigma completo. Para mí una prioridad del movimiento feminista también tendría que ser la lucha antifascista y la derogación de la ley de extranjería. Si conseguimos esto en unos años, nos podemos dar por satisfechas».

Hasta ese momento, Feminismos pone el foco en esas historias no siempre visibles, mientras Momoitio anima a coger «músculo político», más allá de las pancartas en Instagram.