Multa de 630 euros por fugarse del Juzgado cuando iba a ingresar en prisión

El hombre llevaba puestas las esposas y dio un codazo al agente. Fue interceptado minutos después

23 agosto 2017 08:01 | Actualizado a 23 agosto 2017 08:03
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Un hombre que hace dos años se fugó de los Juzgados de Tarragona después de saber que el juez lo iba a enviar a prisión ha sido condenado a pagar una multa de 630 euros por un delito de resistencia a los agentes de la autoridad y de un delito leve de lesiones. Además, tendrá que satisfacer 150 euros de indemnización a uno de los mossos por las heridas que le hizo. En cambio, tanto el Juzgado de lo Penal 4 de Tarragona como ahora la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona lo han absuelto de un delito de quebrantamiento de medida cautelar.

El mosso herido se levantó y salió en persecución del detenido, alcanzándolo

Los hechos ahora juzgados se remontan a las tres y media de la tarde del sábado 11 de abril de 2015. El acusado, de nacionalidad marroquí, se encontraba en el área de custodia de detenidos del Juzgado de la Guardia de Tarragona, situado en la Plaça d’Orleans. Los agentes procedieron a su traslado desde dicha zona hasta el vehículo policial. El acusado llevaba puestos los grilletes con los brazos por delante. Uno de los agentes lo sujetaba por las esposas con su mano izquierda, mientras que otro mosso los precedía –portaba los objetos personales del acusado–.
En un momento dado el acusado propinó un codazo al agente que lo custodiaba, cayendo éste al suelo. Esta circunstancia fue aprovechada por el acusado  para emprender la huida, si bien finalmente fue interceptado por el agente que había caído al suelo y que se levantó e inició la persecución a pie. Como consecuencia de los hechos, el mosso sufrió lesiones en un dedo, en la rodilla y erosiones en el codo y rodilla. 

El individuo entró en casa de su expareja, la agredió y le robó la cartera y el móvil

En el recurso de apelación, el acusado se mostraba conforme en la mayoría del contenido de la sentencia excepto de los días de curación de las lesiones del agente así como con la responsabilidad civil. Entendía que la erosión en el codo y en la rodilla no podían tener como origen el golpe de codo dado por el procesado. Pero la Audiencia, después de visionar el acta del juicio y de la declaración del agente lesionado, indica de forma concreta y precisa que fue como consecuencia de caer al suelo, al frotarse contra el mismo. Por ello, el Tribunal no tiene «ninguna duda» de cuál fue el mecanismo que originó las lesiones descritas por el médico forense y que aparecen en el parte médico del Hospital de Santa Tecla. Por ello, los magistrados recalcan que el agente recibió un codazo en la zona del estómago, lo que le produjo caer al suelo, momento en que se produjo las erosiones. Por ello, considera al encausado culpable de un delito de resistencia.

El arresto

El ciudadano magrebí había sido detenido sobre la una de la madrugada de aquel día. A esa hora, presuntamente, intentó entrar en el domicilio de su expareja, en La Canonja. Al no abrir ella la puerta, accedió a la vivienda por la ventana. Una vez dentro, habría agredido a la inquilina, además de insultarla y sustraerle el teléfono móvil y la cartera. Por ello está acusado de violencia de género –al parecer ya tenía antecedentes por estos hechos– y también de robo con violencia. La mujer –de nacionalidad española– no se encontraba sola en el domicilio.

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