Multas y citas médicas llegan tarde por el retraso de Correos

Ciudadanos de localidades de costa y del Baix Penedès, sobre todo, dicen que reciben las cartas con citaciones médicas y multas con mucho retraso porque no hay reparto diario

25 enero 2019 07:27 | Actualizado a 25 enero 2019 09:42
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«Hace días que no recibo una carta. Y es extraño, porque tengo familia en Burgos y por teléfono me dijeron hace ya un mes que me enviaban un documento que para mí es importante. Al final, cansado de esperar, fui a la oficina de Correos y, efectivamente, estaba allí desde hacía varios días. Ante mi queja, la respuesta ha sido que falta personal para hacer el reparto cada día». Quien así se expresa es un vecino de Vila-seca, pero no es ésta la única población  de la demarcación donde el servicio de Correos es cuestionado por los ciudadanos.

«Ahora, a mediados de enero, estoy recibiendo las cartas de felicitación de Navidad que me enviaron algunos amigos en los primeros días de diciembre. Y no son amigos que vivan en la otra parte del mundo, sino que están aquí, en España», se queja un vecino de Torredembarra.

La situación se agrava en poblaciones del Baix Penedès, donde las citaciones médicas de la Xarxa Santa Tecla, muy presente en la zona, se realizan vía carta. «Ha habido ocasiones en las que cuando he recibido la carta ya había pasado la fecha de mi visita con el medico», lamenta un ciudadano de El Vendrell. Otros hablan de multas que llegan con retraso, lo que supone pagar un recargo.

Los testimonios de esperas «excesivas» se suceden. Sobre todo, en poblaciones como Salou, Cambrils, Vila-seca, Torredembarra, Calafell, Cunit y El Vendrell. 

La situación se ha cronificado. En El Vendrell incluso Correos permite que los vecinos acudan al almacén para comprobar si tienen alguna carta o notificación y recogerla allí. Es una práctica no reconocida por la empresa, pero que ya se ha normalizado. Los vecinos acuden al almacén a recoger revistas a las que están suscritos, las felicitaciones, cartas de familiares, citaciones médicas, las multas….

«Ahora, a mediados de enero, estoy recibiendo las felicitaciones de Navidad», vecino de Torredembarra

La paquetería, prioridad
El motivo de esos retrasos es una combinación de factores. Durante la crisis hubo un recorte de personal. Según cifras de UGT, en el año 2008 en la provincia había una plantilla de 1.000 personas y ahora son 750. Pero unido a esto, se ha producido un crecimiento exponencial de la paquetería. Y Correos prioriza el reparto de los paquetes. Tanto, que incluso tiene un servicio que avisa por teléfono a los clientes si no están en casa cuando les llega un paquete.
Y es que Correos es ahora prácticamente la única empresa de reparto tras el cierre de Unipost. Correos ha asumido ese incremento de volumen de paquetería pero no ha reforzado las plantillas. «Ni para cubrir vacaciones o bajas por enfermedad», explican desde UGT.
Óscar Venteo, representante del sindicato CSIF, confirma la situación, «especialmente grave en los municipios de costa y en el Baix Penedès», y añade que «la paquetería y el contrato con Amazon han incrementado mucho la carga de trabajo y, aunque la empresa ha hecho un esfuerzo por dimensionar la plantilla, este es claramente insuficiente. Falta personal, pero también vehículos, planificación, un plan estratégico…». 

Los carteros dicen que sufren mucha presión para cumplir con la entrega de paquetes

Esa prioridad por la paquetería responde a que el cliente de este servicio es más exigente. Pero también por el volumen de ingresos que supone. «El futuro de Correos está en la paquetería», asegura Venteo. La empresa reparte los paquetes de gigantes como Amazon, por lo que garantizar los periodos de entrega permite mantener esa cuenta de cliente. A veces, a costa de retrasar las cartas y el correo ordinario. 
Los sindicatos reconocen ese interés comercial, pero también recuerdan que Correos sigue siendo un servicio universal al que tienen derecho todos los ciudadanos. «Porque ninguna empresa privada aceptaría repartir cartas a localidades de pocos habitantes y zona rurales ya que no resulta rentable. El servicio público de la cartería debería garantiza a todos los ciudadanos un reparto de cinco días a la semana».
«Repartir cartas no es rentable –dice el representante de CSIF–. Por eso el Gobierno otorga un dinero a la empresa para asumir este coste. El problema es que este gasto está tasado en unos 220 millones de euros y el Estado siempre da mucho menos, lo que aumenta el déficit de Correos». 

«El volumen de trabajo es brutal»
Carteros consultados por el Diari explican que hay semanas en las que el volumen de trabajo «es brutal». Sus carros van llenos de cajas con la sonrisa de Amazon. «Los nervios y las presiones son muchas para cumplir con las entregas». Y si hay una baja en el personal repercute en los repartidores que hay. 

«La paquetería y el contrato con Amazon incrementan mucho la carga de trabajo, pero Correos no puede renunciar a ello»
Óscar Venteo, representante de CSIF

En esta situación, quien sufre las quejas de manera directa son los repartidores que están a pie de calle cuando entregan cartas ya fuera de plazo para las citaciones médicas, multas que ya traen recargo o las felicitaciones navideñas con semanas después de las campanadas de Año Nuevo.

«Hay normalidad»
Sin embargo, la empresa desmiente tajantemente esta situación. Sostiene que en las poblaciones citadas «la distribución se está realizando con normalidad y no hay correo pendiente de reparto». Correos asegura que las quejas y reclamaciones recibidas durante los meses de noviembre y diciembre están absolutamente dentro de la normalidad, y más teniendo en cuenta que a partir de noviembre, con el Black Friday, y diciembre, con la campaña de Navidad, los envíos se multiplican (especialmente la paquetería). Así, las quejas registradas en El Vendrell en noviembre fueron 5, por 2 en diciembre; en Calafell, 2 en noviembre y una en diciembre; en Torredembarra, una en noviembre y 3 en diciembre; en Salou, 10 y 3; en Cambrils, 2 y una, y en Segur de Calafell, 4 en noviembre y 3 en diciembre».

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