«No podemos vivir con miedo, pedimos justicia»

«Hace unos días se reunieron los políticos de siempre para hablar de la prisión permanente revisable. Algunos están a favor de su derogación porque dicen que atenta contra los derechos humanos... ¡de los asesinos! Como se nota que sus hijos están bien protegidos». Ha sido el puyazo de Toni Rosa a la cara de algunos partidos durante la concentración en recuerdo de Gabriel, el niño asesinado por la novia de su padre.

Más de un centenar de personas se han reunido esta tarde al final de la Rambla Nova, junto a la Plaça Imperial Tarraco, para exigir «justicia» y recordar no sólo a Gabriel sino a las mujeres víctimas de la violencia doméstica, a los niños, niñas y jóvenes asesinados y a aquellos que permanecen desaparecidos.

La concentración fue convocada por Facebook por Toni y por Cristin Borge. Se han mencionado nombres como Meritxell Vall, asesinada en Tarragona, y Carmen Ginés, en La Pobla de Mafumet. O los desaparecidos Aurora Mancebo y Ramón García.

La «justicia» se debería plasmar en el mantenimiento de la prisión permanente revisable, algo que el Congreso debatió la semana pasada. Cristin ha asegurado que las víctimas «necesitan justicia. Las élites políticas tienen a sus familias protegidas. El 90% de españoles quiere mantener la prisión permanente revisable. Los partidos que la quieren derogar no deberían ser votados porque les falta sensibilidad para representarnos».

El reusense Alberto Lázaro, miembro del grupo Veins de Reus, que ha colaborado con la organización ha explicado que, caiga la condena que le caiga por sus crímenes, un asesino sólo cumplirá 20 años de cárcel y puede salir a los 10 años si recibe diversos beneficios penitenciarios. 

La concentración ha estado  llena de momentos emotivos: cuando ha sonado ‘Girasoles’, de Rozalén, la canción preferida de Gabriel, al escucharse otras dos canciones dedicadas al niño o cuando Cristin recordó a su amiga Carmen, a la que su pareja segó la vida en diciembre de 2016.

Una setentena de dibujos infantiles de peces -al pequeño Gabriel le apodaban el ‘pescadito’- colgaban sujetos por pinzas de sendas cuerdas. El viento las mecía con fuerza. A los pies de otra farola, había varias pancartas que rezaban «todos somos Gabriel o «sigue nadando pescadito». Las velas se apagaban por el mismo viento.

Toni ha lanzado un mensaje final: «Somos el pueblo y somos la voz. Esta es el principio de muchas manifestaciones hasta que nos oigan. Todos tenemos un Gabriel en la familia. No podemos vivir con miedo. Pedimos Justicia».