«Nuestro trabajo no es agradecido»

Limpieza. El encargado del servicio asegura que se ponen pocas multas y que el problema principal es el incivismo

19 agosto 2018 16:12 | Actualizado a 03 septiembre 2018 13:11
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Una de las principales quejas que se han recibido este verano ha sido de ciudadanos preocupados por la suciedad de la ciudad. Las altas temperaturas hacen insoportables los olores que desprenden los contenedores de la ciudad y si no, la reaparición de las moscas evidencia la situación.

Las críticas van dirigidas a la empresa FCC, encargada del mantenimiento de la ciudad. Sin embargo, si bien pueden haber problemas de gestión, Álex Ruíz, encargado de los servicios de limpieza de Tarragona de FCC, explica que la ciudadanía de Tarragona también tiene deberes para con la ciudad. «Hay gente que no colabora, no quiero generalizar, porque sí que hay muchos vecinos  que se preocupan por la limpieza de la ciudad, pero con que un 10 por ciento no colabore, ya daña el trabajo del 90% que sí lo hace», afirma Álex Ruíz.

«Muchas veces haces tu trabajo, pero cuando vuelves a pasar al cabo de unas horas, ya vuelve a haber basura», denuncia Jordi, uno de los trabajadores que recogen los contenedores de papel y cartón. Él también se encarga de repasar los contenedores después de que los camiones los hayan vaciado. «Nos hemos encontrado muchas veces con bolsas puestas a un lado de los contenedores, o encima de los mismos», prosigue Jordi. «Hay gente que no colabora con nuestro trabajo», finalizó.

Por otro lado, Álex Ruíz hace énfasis en la necesidad de respetar los horarios y los contenedores establecidos para cada residuo. «Si los desechos orgánicos y el resto de residuos que no se pueden reciclar se deben dejar por la noche es para que no pasen todo el día bajo el sol en los contenedores. Con el calor se descomponen más rápido y eso es lo que genera el olor», explica el encargado. Además, Álex asegura que ha habido casos en los que se han encontrado bolsas de basura dentro de las papeleras del centro de la ciudad. «Esto provoca que las papeleras, que están ahí para que se pongan pajitas o el palito del helado, se llene más rápido y esto genera caos», sentencia.

Mohamed, uno de los barrenderos que se ocupa de la zona de la Plaça de la Font, confirma este hecho: «Una vez tuve que decirle a una persona que no podía dejar la bolsa ahí, que eso era para reciclar y éstas tampoco eran las horas para dejar la basura, comentaba Mohamed. 
Álex prosigue diciendo que muchas personas ni siquiera se molestan en utilizar los servicios que pone a disposición el Ayuntamiento, como por ejemplo el número verde que sirve para la recogida de muebles. «Hoy tengo 26 solicitudes para recoger muebles por la noche. Pero esta mañana se han recogido 2.000 kilos que algunas personas habían colocan al lado de los contenedores de basura», denuncia. 

Otra de las quejas frecuentes es en relación a los camiones de poda. «En algunas zonas, los jardineros colocan la poda en los contenedores que están para el uso de los ciudadanos. Lo correcto es que se llame a un gestor. Pero eso cuesta dinero y muchas empresas de jardinería no quieren costearlo. Los contenedores se encuentran entonces repletos de poda y algunas veces se desbordan», explica Álex Ruíz. 

Para Ruíz, el problema principal es el incivismo que demuestran algunos ciudadanos y la falta de consecuencias. «No se ponen suficientes multas», sentencia. «A demás, el nuestro no es un trabajo agradecido. Por suerte los niños están cada vez más conscientes de la situación ambiental», finaliza.  

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