Nueva 'turboglorieta' de prueba en la T-11

Los conductores que esta semana han pasado por la T-11 se han encontrado con que la rotonda que da acceso al Port de Tarragona y a la A-27 ha sufrido cambios importantes en la señalización; el primero de ellos es que se ha anulado el carril interior por lo que, en la práctica, pasa a tener dos carriles en vez de tres como hasta ahora.

Aunque tal vez lo que ha sorprendido más a los conductores es que ahora el tráfico está ‘encauzado’ por medio de una serie de líneas continuas. Por ejemplo, si se va de Tarragona en dirección a Reus hay que incorporarse a la glorieta por la izquierda porque el carril de la derecha queda reservado solo a quienes van a la A-27.

Consultados al respecto, desde carreteras del Ministerio de Fomento explican que se trata de una prueba para mejorar la seguridad en esta glorieta. Hay que recordar que el propio ministerio incluye este tramo como uno de los de concentración de accidentes y así lo advierte en la cartelería.

La teoría consiste en que, por una parte se reduce la velocidad y, por otra, al encauzar el tráfico con líneas continuas se evita la toma de decisiones por parte de los conductores, y por ende, los posibles puntos de conflicto y las maniobras inadecuadas.

Se trata, señalan, de una prueba que, si funciona, se podría instaurar en otras rotondas.

Adaptación y rechazo

Los cambios en la señalización han pillado por sorpresa a más de un conductor estos días. Uno de los que se encontró ayer sábado con el nuevo panorama se quejaba de que: «Me ha sorprendido, es muy fácil despistarse. Yo estoy acostumbrado a entrar en la rotonda por la derecha y me he tenido que saltar la línea continua porque sino me salía. Solo ves la señal en el suelo cuando ya la tienes encima. Además, ¿para qué hacen tres carriles y luego quitan uno?»

Carlos Trujillo, vicepresidente de la Associació d’Autoescoles de Tarragona, explica que con estos cambios esta ha pasado a ser lo que se conoce como una «turborrotonda» o «turboglorieta», una modalidad que ha comenzado a usarse recientemente pero que no sale ni en los libros para sacarse el carnet de conducir.

En su opinión de momento la glorieta está cumpliendo su misión de reducir la velocidad, en parte porque los conductores se desconciertan con la novedad. No obstante, dice, habrá que ver cómo es el comportamiento en las horas punta porque tener un solo carril ocasionará más retenciones.

Cree, sobre todo, que falta una ‘preseñalización’ con suficiente anticipación y que explique con claridad cómo son los itinerarios posibles.