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Hay personas que llevan la sonrisa permanentemente en la cara y una de ellas es Núria Picas. La atleta de Manresa ha cosechado una carrera de éxitos a partir de una filosofía de vida basada en la mentalidad positiva. No ha tenido un camino fácil. Su empeño y fuerza de voluntad le han permitido saltar los obstáculos tras una lesión que, según todos los médicos, debía forzarla a colgar las zapatillas de deporte. No obstante, esta luchadora incansable no tira la toalla y sus piernas suman día a día kilómetros y más kilómetros y un palmarés que la ha situado entre las mejores atletas de ultratail a nivel mundial.
Picas contagia su espíritu de superación en cada una de las charlas que protagoniza. Esta semana estuvo en el Institut d’Investigació Química de Tarragona (ICIQ) delante de un auditorio formado principalmente por investigadores y científicos de todo el mundo.
La ultrafondista repasó sus orígenes como escaladora en los picos de Montserrat. Allí sufrió una caída considerable que le provocó una lesión en el pie, que debía apartarla del deporte. No fue así. Aparcó las zapatillas y se subió a la bici de montaña y a partir de ahí descubrió los raids de aventura, que son lo que acabaron llevando a esta deportista a las carreras de ultrafondo.
«Algunos aseguran que ponemos nuestro cuerpo al límite, pero a veces el corazón tiene sueños que la razón no comprende», afirmaba ante el auditorio. Así es que Picas siguió con su empezó. Y si hubo una cursa que marcó su trayectoria fue la Cavalls del Vent, en el año 2011.
Entrenar siete días a la semana, planificar la temporada y compaginar las carreras a pie con otros deportes, como la bici y el esquí, son algunas de las claves que se aplica.
Aunque detrás de cada victoria hay sufrimiento. Y en las ultra trails, en las que sus participantes corren más de un maratón por la montaña, hay situaciones difíciles. «Llega un momento en cada carrera en el que un competidor encuentra al verdadero oponente y se da cuenta de que es uno mismo», afirmaba. Permanecer en la línea de salida con los deberes hechos es fundamental. Aunque entre paisajes espectaculares todo puede truncarse. «El músculo más importante en el cuerpo es el cerebro», argumentaba.
La victoria más esperada
Aunque a simple vista ciencia y deporte no tienen mucho que ver, el público pudo comprobar que lo que les separa no es tanto, y que la dedicación y esfuerzo para conseguir lo que se proponen es común. «La diferencia entre ganar y perder está a menudo en no abandonar», decía la poniente. Una frase que se habrá repetido en reiteradas ocasiones el personal del ICIQ.
Si hay una victoria que fue especialmente dulce para Núria Picas, es el ultra trail de Mont Blanc. En dos ocasiones había rozado una victoria que finalmente conquistó en 2017 tras recorrer los 167 kilómetros y 10.000 metros de desnivel positivo con un tiempo de 25 horas, 46 minutos y 43 segundos. «Hay que tener objetivos en la vida», afirmaba. Romper la cinta en Chamonix era uno de los que se había marcado.
Ahora, Picas ha vuelto a la bicicleta para intentar despistar un dolor que aún persiste e intentar mantener la forma para volver al Mont Blanc este verano. «Quien tiene un sueño tiene un tesoro», es la frase que utilizó para despedirse del auditorio.
