El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
El Ayuntamiento de Tarragona ha recibido ocho propuestas de aspirantes para dirigir el Patronat Municipal de Turisme. El pasado viernes finalizó el plazo para que todas las personas interesadas hicieran llegar a la administración local sus currículums, en el marco del proceso selectivo que se inició el pasado 27 de septiembre, y que tiene como objetivo que el organismo dependiente del Consistorio pueda tener nuevo director a lo largo de este mismo mes de octubre, tras el cese del hasta ahora gerente, Carles Sanz.
En el anuncio publicado en la sede electrónica del Ayuntamiento hace once días (seu.tarragona.cat), la corporación local especificaba que necesita «seleccionar a un director-gerente con funciones directivas de libre desginación y en régimen no permanente». De esta forma, el ejecutivo formado por PSC, PP y Unió Democràtica sigue la línea marcada hace meses en la Empresa Municipal de Transports (EMT), de manera que un cargo de confianza se ocupará mediante la convocatoria de un concurso público.
Entre los requisitos que debían acreditar los aspirantes están los de tener una titulación superior y ser personal funcionario o laboral de alguna administración pública o profesional del sector privado con un mínimo de cinco años de ejercicio profesional.
‘Falta de confianza’
La convocatoria de este proceso viene a raíz de la «falta de confianza» que la concejal de Turisme, Inmaculada Rodríguez (PP), ha reconocido tener con Carles Sanz después de que éste haya ejercido en el cargo desde marzo de 2009 a designación de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Pese a ello, los populares aseguran que el cambio «no es por motivos políticos», sino que justifican esta falta de feeling con Sanz después del informe realizado por parte de Intervenció Municipal, en el que los técnicos del Ayuntamiento advertían de varias irregularidades administrativas en la gestión del hasta ahora gerente.
En uno de los documentos a los que tuvo acceso este periódico, los especialistas del Consistorio remarcaban la existencia de varios contratos sin haber pasado por los preceptivos concursos públicos, como son la comercialización del Tarragona Convention Bureau o la gestión de las redes sociales del Patronat. Asimismo, los interventores también revelaban la falta de justificación en algunos pagos, como varias obras en la sede del Patronat, dietas de viajes o campañas de publicidad. Sumando todos estos conceptos se evidenció que la gestión contaba con unos 100.000 euros en facturas sin consignación presupuestaria.
