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Una quincena de perros correteando, música, espuma y muchos curiosos que, móvil en mano, trataban de inmortalizar el momento... La escena tenía lugar ayer por la tarde en Les Gavarres.
Se trataba de la segunda fiesta de la espuma organizada por la asociación Rodogats, que se ocupa de controlar diferentes colonias de gatos en la ciudad. Su responsable, Gloria Herrera, explicaba que decidieron repetir porque la primera gustó mucho.
Cuando el cañón comenzó a lanzar espuma los perros más atrevidos se lanzaron directamente al juego, mientras que otros tardaron más en animarse. Los más pequeños desaparecían a ratos bajo la montaña blanca.
Los dueños coincidían en que habían acudido porque «es divertido y además sirve para una buena causa». La entrada costaba tres euros y lo recaudado se destinará a la asociación. La fiesta tenía lugar en el parking del comercio Tiendanimal, que cede un espacio cada semana para que la asociación lleve allí los animales que tiene para dar en adopción.
Una de las dueñas reconocía que «tal vez estemos humanizando mucho a los animales», para luego matizar que «también es importante saber que cumplen una función social, son la compañía de muchas personas».
Contra el abandono
Rodogats comenzó su labor en Sant Pere i Sant Pau, pero luego ha ido colaborando con entidades en otras partes de la ciudad. Se encargan de proporcionarles alimento y controlar las colonias de gatos callejeros, a los cuales capturan, esterilizan y vuelven a soltar. En el caso de los gatos domésticos que son abandonados en la calle también les buscan un hogar de adopción. El dinero recaudado ayudará a comprar alimento y pagar los servicios veterinarios.
Herrera explicaba que actualmente tienen en el local 35 animales, muchos de ellos crías. «Todavía hay mucha gente que no esteriliza los gatos y cuando llegan la crías las dejan al lado de un contenedor», señalaba.
