PSC y Ciutadans se ofrecen a Ricomà para pactar un nuevo presupuesto tras el Covid-19

Las dos principales fuerzas de la oposición apuestan por un frente común para consensuar un plan de choque municipal para combatir las consecuencias que dejará el coronavirus

07 abril 2020 06:40 | Actualizado a 09 enero 2021 18:56
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Pese a que el Ayuntamiento de Tarragona aprobó el pasado 21 diciembre el presupuesto para 2020, la realidad es que la actual crisis sanitaria obligará a modificar, en profundidad, las cuentas para combatir las consecuencias sociales y económicas que comportará el parón de la actividad empresarial. Una primera muestra de ello la dio el pasado viernes el concejal de Hisenda, Jordi Fortuny (ERC), quien reveló que, en el caso del consistorio, el Covid-19 provocará un descenso de los ingresos de más de un 90% hasta el mes de junio, debido al hecho de que las arcas municipales no cobrarán los impuestos y tasas hasta las puertas de verano, mientras que se seguirán pagando las nóminas y las facturas. Por ello, la corporación local concertará una póliza de crédito de 15 millones de euros.

Josep Fèlix Ballesteros (PSC): «Estamos dispuestos a trabajar en común para reactivar la ocupación, formar a parados y atender a las familias precarias con más gasto público»

El alcalde –Pau Ricomà (ERC)– considera que «ahora el reto es activar Tarragona tras el coronavirus», y añade: «Tenemos que estar preparados para cuando salgamos». Por este motivo, el líder republicano anuncia que «las próximas semanas las dedicaremos a hablar con los sectores económico, turístico y cultural en vista a cuando se acaben las restricciones», y poco a poco se pueda volver a la normalidad.

«Políticas keynesianas»

Hace 108 días, las cuentas de la Plaça de la Font se avalaron en el Saló de Plens con los votos a favor de ERC, Comuns, Junts per Tarragona y la CUP, mientras que las rechazaron PSC, Ciutadans y PP. Tres meses y medio después, sin embargo, la situación ha cambiado 180 grados y, ahora, socialistas y naranjas abren la puerta a Ricomà para hacer frente común y modificar «en lo que sea necesario» los números para consensuar un plan de acción municipal post Covid-19.

Rubén Viñuales (Cs): «Es el momento de ir todos a una y de acordar un plan de actuación a más de un año vista. Debemos dejar de lado la política de partidos»

«Estamos dispuestos a acordar cambios sustanciales en el presupuesto con la finalidad de salir de la grave situación económica en la que quedaremos», asegura el exalcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC), quien tiende la mano a ERC y Comuns para «trabajar conjuntamente para la recuperación de la ocupación, la formación de los parados y la atención social hacia las personas que se encuentran en una situación precaria». El político socialista considera que «ahora es el momento de aplicar políticas keynesianas» o, lo que es lo mismo, «apostar por la inversión y el mayor gasto público» para reactivar la economía de la ciudad.

Asimismo, sobre una posible negociación para formalizar un pacto de gobierno para afrontar con una mayor estabilidad la crisis ocasionada por el coronavirus, Ballesteros afirma que «podemos hablar, siempre con la idea de redefinir políticas, objetivos y que sea de muy amplio espectro». De hecho, el pasado viernes los socialistas ya acordaron con ERC y Comuns un modificativo de crédito por valor de 90.000 euros.

Pau Ricomà (alcalde): «El reto será reactivar la ciudad tras el coronavirus con el comercio, el patrimonio y la  cultura como ejes»

Prácticamente en la misma linea se expresa Rubén Viñuales (Cs), quien asegura que «es el momento de ir todos a una, dejar de lado los partidismos y acordar un plan de acción plurianual». El líder de la formación naranja descarta impulsar un gobierno de concentración pero, en cambio, apela a la «responsabilidad» de «todas las formaciones» para «reformular las cuentas y crear nuevas lineas de ayudas para el pequeño comercio», de forma que «se impulse un Plan Marshall post coronavirus con la inversión pública fomentando la contratación». Para ello, Viñuales tiene claro que «las previsiones aprobadas ya no son válidas», y que, además, «deberá bonificarse al tejido comercial, acudir al préstamo y reformular impuestos, como la plusvalía».

Los 6,2 millones de superávit

Pese a ofrecerse públicamente a entrar en el gobierno local el pasado mes de enero, ahora Dídac Nadal (JxTGN) considera «irrelevante» el hecho de ampliar el ejecutivo de la Plaça de la Font. «Lo verdaderamente prioritario son las medidas de confinamiento, la protección a los trabajadores, a los autónomos y a los sectores vulnerables, así como el refuerzo del sistema sanitario», indica el edil de Junts, quien añade que ERC y Comuns tendrán su apoyo también «para garantizar que los 6,2 millones de superávit puedan usarse para medidas económicas y sociales» para el post Covid-19.

En diciembre, la CUP firmó un pacto con ERC y Comuns para modificar en un millón de euros las cuentas que las cupaires avalaron en el Saló de Plens. Ahora, su portavoz –Laia Estrada– recuerda que «parte de los acuerdos a los que llegamos ya preveían reforzar medidas sociales, pero ahora deberemos ir mucho más allá».

José Luis Martín (PP) recalca que «es evidente que el presupuesto debe adaptarse a las nuevas necesidades. Es un elemento cambiante, una cuestión que no entendía el gobierno cuando estaba en la oposición», y añade que «estamos a su disposición para apoyar las medidas de emergencia. Solo pedimos diálogo y transparencia».

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