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El cierre de los centros comerciales y de las tiendas que no sean de alimentación de más de 800 metros cuadrados, una de las medidas decretadas por la Generalitat de Catalunya desde ayer viernes, ha caído como un jarro de agua fría en el sector, ya tocado por el primer confinamiento y por las restricciones que se aplicaron durante las diferentes fases de la desescalada.
En el caso del Parc Central de Tarragona, y después de ver publicada la normativa en el Diari Oficial de la Generalitat (DOG), han corroborado que podrán mantener su actividad tal y como lo hicieron en la fase 2 de la desescalada, en el mes de mayo.
El gerente de este equipamiento comercial, Miguel Ángel González, explicaba ayer al Diari que «los 15 locales que tenemos de servicios básicos, como alimentación, telefonía, ópticas, etc., están abiertos. La novedad, respecto a la fase 2 del primer confinamiento, es que también siguen abiertos seis establecimientos que elaboran comida para llevar». Eso significa que, en estos 15 días de medidas restrictivas por parte de la Generalitat, el Parc Central mantiene abiertos una veintena de locales del total de 96 de los que dispone.
Respecto a la valoración de este nuevo cierre de los centros comerciales, en este caso por parte de la Generalitat de Catalunya, González califica la medida de «asimétrica respecto al comercio. No podemos entender que, después del esfuerzo que hicimos con la desescalada y de lograr el sello de calidad que garantiza el sistema de desinfección y limpieza de nuestras instalaciones, ahora se nos cierre. En estos últimos tiempos hemos demostrado ser unos grandes generadores de empleo en la ciudad».
Con la campaña de Navidad a la vuelta de la esquina, el gerente del Parc Central teme que «este nuevo frenazo de la actividad afecte de lleno el ‘Black Friday’ de este año». Pero la esperanza es lo último que se pierde y por eso, González espera que «la última semana de noviembre recuperemos cierta normalidad».
