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La modesta sala reservada en el Arxiu del Port se quedó pequeña para acoger la presentación del libro ‘El Puerto de Tarraco en época romana (siglos II aC -III dC) fuentes, historiografía y arqueología’, obra de la doctora Patricia Terrado Ortuño. Ni siquiera la colocación se sillas suplementarias en los pasillos evitó que numerosas personas ni siquiera pudieran acceder a este espacio.
El evento, celebrado el pasado miércoles, contó con la participación de Joaquín Ruiz de Arbulo (catedrático de Arqueología de la Universitat Rovira i Virgili) y Josep Maria Cruset (presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona). Entre los asistentes se dieron cita diferentes autoridades como Gemma Maymó, concejal de cultura del ayuntamiento de Altafulla, o Lorenzo Machado, comandante naval de Tarragona.
Cruset y Ruiz de Arbulo
La introducción corrió a cargo del presidente del Port, quien señaló que «para entender cualquier sociedad u organización actual no debe perderse de vista lo que hicieron nuestros predecesores». Después tomó el relevo Joaquín Ruiz de Arbulo, quien comenzó su disertación recordando que «Tarragona y su puerto, en la época medieval, moderna y casi contemporánea, han estado muy separados físicamente. La calle Unió era un caminito que unía la ciudad amurallada, en lo alto, y el puerto, que era otro mundo. Y lo sigue siendo, como en cualquier ciudad de costa, pues el mundo de los marineros mira hacia el mar, no hacia tierra».
Aun así, el profesor de la URV sostuvo que «Tarragona es el puerto. Es lo que define la ciudad a lo largo de toda su historia. En efecto, el origen de la ciudad íbera de Kesse fue situarse junto esta pequeña vaguada, protegida por la colina y con suministro de agua dulce gracias al río Tulcis (el actual Francolí), además de las fuentes que hemos ido descubriendo progresivamente. Eratóstenes ya habló del puerto de Tarakon en su descripción del mundo, tomando la información de una obra previa elaborada por un almirante de Ptolomeo Filadelfo en el siglo III aC.
Hoy podemos rastrear los orígenes portuarios de Tarragona hasta el siglo V aC, mucho antes del desembarco de los romanos, quienes ya conocían la existencia de este puerto y descubrieron que tenía un emplazamiento muy bien situado para las rutas hacia Italia y también hacia el interior, a través del Ebro. Y a partir de entonces, el Port se convirtió en una gran maquinaria fiscal y comercial, igual que ahora. Hacía falta revisar las fuentes escritas, la tecnología, las excavaciones... Y hemos tenido la suerte de contar con la doctora Patricia Terrado».
La relación académica entre la autora y Ruiz de Arbulo comenzó cuando ella cursaba un postgrado en Arqueología, tras una licenciatura en Historia que incluyó un Erasmus en Alemania. Él le planteó realizar un trabajo fin de máster sobre las profesiones portuarias en la Tarraco romana, un estudio que finalmente fue premiado por el propio Port de Tarragona. Posteriormente, Terrado dedicó cuatro años a su tesis doctoral, bajo la codirección del propio Ruiz de Arbulo y la epigrafista Diana Gorostidi, gracias a una beca del Ministerio de Economía y Competitividad. Esta dilatada etapa concluyó con el premio extraordinario de doctorado de la URV.
Las bibliotecas romanas
Durante estos años, entre otras actividades, la autora ha participado en todos los congresos sobre esta temática que se han celebrado en el Mediterráneo occidental, ha colaborado en varias conferencias de Tarraco Viva, y aprovechó su estancia en la Universidad de la Sapienza para documentarse en las principales bibliotecas romanas, como la École Française en la Piazza Farnese. ‘El Puerto de Tarraco en época romana’ es fruto de todo este trabajo.
A partir de la próxima semana, esta obra podrá adquirirse en papel en las librerías La Capona y Adserà, y estará disponible en versión digital y gratuita en la web del Port de Tarragona.
