Pau Ricomà se la juega al 4-14

Pau Ricomà lo tiene claro: no quiere pasar de Guatemala a Guatepeor. El alcalde, perro viejo en política, sabe que necesita un mayor colchón y más manos en un pleno municipal en el que, desde junio de 2019, cuenta con un frágil equilibrio inestable que, hasta la fecha, le ha permitido aprobar dos presupuestos y esquivar una moción de censura. Sin embargo, también le obliga a negociar con sangre, sudor y lágrimas cuestiones como los nuevos altos cargos –con el frenazo en el de Cultura– o los modificativos de crédito. Todo esto, además, con la tramitación del nuevo POUM en el horizonte inmediato.

Por a ello, el líder republicano quiere dejar atrás el actual qui dia passa, any empeny y apuesta por la fórmula mágica del 4-14: un gobierno formado por cuatro partidos (ERC, Comuns, Junts y CUP) que sume la mayoría absoluta de 14 de los 27 concejales del Saló de Plens. Esto –teóricamente– le aportaría calma y tranquilidad hasta final de mandato, en 2023, en lo que sería, además, el ejemplo perfecto de la Via Ampla que pregona Pere Aragonès.

Sin divorcios traumáticos

Pese a ello, no todo es tan fácil. Los Comuns vetan a Junts –que no es Junts per Catalunya– pese a gobernar con la formación de Carles Puigdemont en instituciones como la Paeria de Lleida o el Consell Comarcal del Tarragonès, además de haber aprobado cuentas en la Plaça de la Font desde 2019 y, más recientemente, de acordar la gestión de los doce millones del superávit del año pasado. Todo esto con Junts y ECP.

El equilibrio inestable es, pues, un equilibrio. Débil e irregular, pero al fin y al cabo es un equilibrio. Por ello, y pese a tener el aval de la militancia para tirar millas con Nadal y CUP, Ricomà no busca un divorcio traumático con En Comú Podem. No lo quiere. Un mal final podría provocar un cambio de mayorías, ya que de hecho ya hay voces de Podem que pregonan explorar «vías de acuerdo» con el PSC, un opción que los Comuns rechazan.

Con todo este panorama, el alcalde y, seguramente candidato de ERC en 2023, prioriza la mirada larga y no el cortoplazismo, y aún no descarta que Carla Aguilar y Hermán Pinedo puedan seguir en el ejecutivo pese a la más que probable entrada de Junts y CUP. Ayer, de hecho, les hizo una oferta pública pese a que aún no ha intervenido en las reuniones de la comisión negociadora, liderada por Xavier Puig y Manel Castaño. «Tenemos un gobierno con un proyecto de cambio de ciudad y con un programa que queremos que llegue hasta finales de mandato. Y esto debe permitir la ampliación del Gobierno a cuatro», indicó ayer Ricomà, quien añadió: «Con Junts y la CUP seguimos avanzando en las conversaciones, y los Comuns están invitados porque queremos un gobierno a cuatro», afirmó el líder de Esquerra sobre la ausencia de En Comú Podem en las reuniones que se han mantenido durante las últimas semanas. «Si no quieren estar en las conversaciones, no hay problema, luego se las explicamos. Pero nos gustaría que nos invitaran a hablar con sus direcciones para explicarles el proyecto», recalcó un Ricomà que, asimismo, enfatizó que «no hay ningún cambio de rumbo porque queremos lo que siempre hemos dicho: un gobierno a cuatro».

ERC-CUP: «Gran nivel de acuerdo»

Precisamente, ayer la portavoz de la CUP, Eva Miguel, remarcó al Diari que su formación «sigue trabajando» para llegar a un «acuerdo programático» con ERC, pese a la ausencia de los Comuns en la mesa negociadora. «Nosotros siempre hemos dicho que queremos trabajar con el ejecutivo municipal y, por ahora, las reuniones que hemos mantenido han sido con el equipo de gobierno. Quien venga o deje de venir es un tema interno del propio gobierno», recalcó la edil cupaire.

Asimismo, fuentes de Esquerra afirmaron ayer, tras la reunión del pasado martes, que «trabajamos para un buen acuerdo de cambio en Tarragona y, si es deprisa, mejor», a la vez que valoran «el gran nivel» de entendimiento que ya se ha logrado con la CUP. La partida se acerca, pues, a la fase decisiva. ¿Apuestan por el 4-14?