Pere Aragonès se remanga y toma notas de Tarragona

Comerciantes y vecinos. Este ha sido el menú que ha concentrado este viernes la primera visita oficial del 132è President de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès (ERC), a la ciudad de Tarragona. El máximo representante del Govern, que justo este viernes ha tenido el primer contacto telefónico con el Presidente del Gobierno Central,–Pedro Sánchez (PSOE)–, ha iniciado el día con un paseo por el Mercat de Torreforta. Aragonès ha charlado media hora con paradistas del equipamiento de Ponent y ha tomado un café en el bar del mercado. Ha estado acompañado, entre otros, por el alcalde, Pau Ricomà (ERC); la portavoz de En Comú Podem, Carla Aguilar-Cunill; y el presidente de la Empresa de Mercats, Dídac Nadal (Junts per Tarragona), pero cabe destacar que PSC, Cs, CUP y el PP no han estado presentes porque «oficialmente» no fueron «invitados» a acompañarle, según reconocen las propias formaciones.

Posteriormente, en el centro cívico del mismo barrio de Ponent –a pocos metros del edificio que recibió la tapa del reactor en la explosión de la planta de Iqoxe, situada a 2,4 kilómetros de distancia–, Aragonès se ha reunido durante 90 minutos con los representantes de las tres federaciones de vecinos de la ciudad: FAVT, Segle XXI y Llevant. Ya sin americana, remangado y con corbata –justo al revés que Pau Ricomà–, el líder autonómico ha escuchado las peticiones de los representantes de las entidades de residentes, muy críticos con el «olvido» que, aseguran, vive Tarragona «desde hace años» por parte del gobierno autonómico.

Plaseqta y Ciutat Residencial

Pese a este déficit histórico de los anteriores Governs y Presidents, las tres federaciones han salido «satisfechas» de la primera toma de contacto con el President. «Nunca antes un presidente se había reunido aquí con nosotros. Es un buen inicio, pero ahora deberá cumplir con lo que se le ha expuesto», indica la presidenta de la entidad de Llevant, Gemma Fusté, quien pide al Govern que acelere «el proyecto de la Ciutat Residencial para que este tenga una parte para las ciudad», así como que «se remedie el déficit de escuelas e institutos que sufrimos» en la parte cercana al litoral.

Entre las exigencias que los vecinos han puesto sobre la mesa al President –que según los presentes se ha pasado la mayor parte del tiempo «escuchando»– destaca la ejecución del Pla d’Emergència Exterior del Sector Químic de Tarragona (Plaseqta), reivindicado tras el accidente del 14 de enero de 2020 que acabó con la vida de tres personas y que ha supuesto un cambio de paradigma en la gestión de la seguridad química. «Ha tomado nota de todo, tanto del Plaseqta como de la existencia de barracones educativos y de la necesidad de construir un nuevo Hospital Joan XXIII. La sensación es que tiene buena predisposición para recuperar las inversiones que necesita la ciudad», indica Sergi Carrillo desde la Federació d’Associacions de Veïns (FAVT). En la misma línea se expresa Rafel Lluís, de la Federació Segle XXI y del Serrallo. «Ha escuchado, se nota que antes ha sido conseller de Economía y que conoce los temas. Ya nos ha advertido de que todo no se podrá hacer a la vez, pero necesitamos que la Generalitat al fin se moje y apueste de una vez por Tarragona.», añade.

Aún, pues, con el (teórico) margen que dan los cien primeros días de gracia, Aragonès conoció de primera mano los «agravios» de los últimos años del Govern con Tarragona. Tomó notas, se remangó, se llevó deberes y, en breve, le tocará pasar del dicho al hecho, algo que no es tan fácil en política. Esto sí, en su primera visita a la ciudad no ha atendido a la prensa local. Ha sido la cruz de su estreno como President. Una lástima.