Piden 12 años de cárcel por violar a una mujer en la Part Alta

Doce años de prisión y el pago de una indemnización a la víctima de 18.000 euros. Es la pena que solicita la Fiscalía de Tarragona para un rumano de 23 años acusado de una violación ocurrida en la Part Alta el pasado 18 de febrero. Asimismo, pide una orden de alejamiento para que no pueda comunicarse ni acercarse a menos de mil metros de la víctima durante un año más de la pena de cárcel a la que sea condenado. El juicio tendrá lugar el próximo martes día 9 en la Sección Cuarta de la Audiencia de Tarragona.

Los hechos ocurrieron a las tres de la madrugada. Según relata el fiscal en su escrito de acusación, el procesado se encontraba en la calle de las Escrivanies Velles. Se acercó a la víctima, la cogió y la tiró al suelo. Quiso quitarle las medias mientras le inmovilizaba el brazo, pero no pudo. Pero igualmente la agredió sexualmente. Él continuó con su acción, ante las dificultades que le ponía la víctima. Ésta empezó a pedirle que le dejara: «Hablemos, por favor, mis hijos no se pueden enterar de esto», «sé que tienes un gran corazón y eres una buena persona», «me parece que viene alguien». En este momento el procesado se detuvo, se levantó y dejó que la mujer hiciera lo mismo. Ella comenzó a reprenderle, momento en que el agresor le pidió perdón, rompiendo a llorar. 

La víctima se fue a su casa y se duchó. Al día siguiente acudió a la comisaría de denunciar los hechos y reconoció fotográficamente a su agresor, del que facilitó descripción física, como que le faltaban algunos dientes. También contó lo ocurrido a sus amigos, con los que había estado momentos antes de la agresión sexual.  Al día siguiente, la Policía Autonómica detuvo al supuesto agresor en la calle Cronista Sessé. Él se negó a declarar en comisaría y ante el juez dijo que la mujer estaba borracha –circunstancia que niegan sus amigos– y que ella le invitó a una cerveza. Entraron en un bar y en el baño mantuvieron relaciones sexuales. 

En marzo, el acusado presentó un recurso ante la Audiencia Provincial contra el auto de prisión, que fue rechazado. Los magistrados consideraron que el relato de la víctima fue lógico, coherente y suficientemente explicativo sobre cómo ocurrieron los hechos. En cambio, la versión facilitada por el sospechoso no fue clara. Primero porque no supo contestar si las relaciones sexuales fueron consentidas o no –posteriormente dijo que sí–. Los magistrados consideraron que el acusado no tiene arraigo familiar directo en España, como tampoco calle de referencia –vive en la vía pública– o arraigo laboral. Todo ello, unido a una petición de pena alta, hacen que la posibilidad de fuga del país fuera alta.