Un ciudadano lituano se sentará este mes en el banquillo de acusados de la Audiencia Provincial de Tarragona para ser juzgado por un delito de tentativa de asesinato después de haber apuñalado presuntamente a su compañero de partidas de videojuegos en un chalet de la urbanización Boscos de Tarragona.
El fiscal pide para el encausado doce años de prisión y el pago de una indemnización de 4.320 euros, así como una orden de alejamiento para que no pueda comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante cinco años, a contar a partir de la terminación de la condena.
El escrito de acusación del Ministerio Público recoge que el acusado –que tiene ahora veinte años– tenía desde hacía tiempo una relación amistosa con la víctima.
Ésta solía acoger al amigo en su casa, situada en la avenida Boscos de Tarragona. Allí solían pasar juntos fines de semana o periodos más largos, según las circunstancias, principalmente para distraerse con juegos electrónicos.
El día 31 de agosto de 2016, los dos jóvenes se encontraban en una de esas reuniones cuando, ya a altas horas de la madrugada, la víctima se acostó para dormir en su habitación, que no compartía con nadie ya que el supuesto agresor ocupaba el sofá del salón.
Sobre las once de la mañana del mismo día, «y por motivos desconocidos», el agresor decidió acabar con la vida de su amigo. Para ello se introdujo en su dormitorio, cuya puerta estaba inusualmente abierta. Aprovechando que el dueño de la casa estaba durmiendo, se subió encima de él y le asestó varias puñaladas con un cuchillo de cocina.
Al despertar
La víctima recibió algunas heridas más al defenderse y finalmente pudo deshacerse del agresor. Después alertó a los Mossos d’Esquadra.
La víctima precisó laparoscopia, drenaje pleural, cura de las heridas y puntos de suturaLas lesiones tardaron 90 días en curarse, de los cuales nueve estuvo hospitalizado y 46 más estuvo impedido para sus ocupaciones habituales. Le han quedado como secuelas diferentes cicatrices.
Las lesiones, según el fiscal, suponían un riesgo para la vida de la víctima de no haberse intervenido médicamente.
Según el informe forense, el acusado conservaba sus capacidades volitivas, cognitivas e intelectuales. Tras ser detenido, ingresó en prisión.