Pintura para la inclusión social

 Alumnos del colegio de educación especial Sant Rafael descubren su vena artística en la Escola d’Art i Disseny

01 marzo 2019 06:47 | Actualizado a 01 marzo 2019 10:10
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«SOMI I SEREM» escribe de azul Marina sobre el lienzo con el pincel. Ella es una de los jóvenes artistas que visitan la Escola d’Art i Disseny de Tarragona (EADT) para experimentar con la pintura. Así lo hicieron ayer hasta once alumnos del Col·legi Públic d’Educació Especial Sant Rafael, en una actividad integradora que llenó de alegría a sus aprendices. 

Se trata de una nueva sesión de clases teórico-prácticas de pintura que llevan a cabo desde la EADT con diferentes alumnos de la escuela de educación especial Sant Rafael; ambos son centros de la Diputació de Tarragona. Esta iniciativa, que ya se desarrolla desde hace unos años, es la primera vez que cuenta con la participación de alumnos de pintura, concretamente de segundo curso, que han acompañado a sus invitados en el proceso creativo.

Hasta once aprendices llenan el taller de pintura. Los lienzos están situados de forma circular, como una plaza por la que transita la expresión personal a través del arte. Los chicos empiezan dibujando formas humanas. Algunos se pintan a ellos mismos, cuidando los más mínimos detalles. Después, otros escriben mensajes -como ha hecho Marina- y también vemos corazones. Si pintan lo que sienten por dentro, son todo amor.    

Primer año con alumnos de la EADT.
Es la primera vez que alumnos de pintura de la Escola d’Art i Disseny participan en la actividad, acompañando a los chicos del Sant Rafael en su proceso de expresión artística

Marina tiene una vena artística. Le gusta pintar y bailar, actividad que lleva a cabo en una academia de baile, pero sobre todo dice que le encanta «aprender cosas nuevas y diferentes». Se expresa a través del arte, también de la escritura, ya que suele escribir cartas a sus profesores y compañeros. Cuando sea mayor no quiere ser artista, sino que le gustaría ser como su tutora. «Me estoy esforzando mucho y voy a seguir adelante para conseguir lo que quiero», confiesa Marina. 

Hablamos con Maite Buyo, secretaria del Sant Rafael y tutora del grupo de alumnos que visita la EADT: «No solo es importante la educación de estos chicos, también que desarrollen su parte personal a todos los niveles como por ejemplo la sensorial. Motivar la parte creativa a través de terapia con pintura, dibujo o cerámica es una importante para su aprendizaje y estimulación personal». 

«Cada alumno se expresa como le parece -dice Buyo- y utiliza unos colores u otros en función de lo que siente o quiere expresar. Vemos que la figura humana tiene muchas formas que parten de sentimientos. Tanto el pincel como el lápiz son una herramienta para expresar cómo me veo y cómo estoy». 

En la cara de los chicos se nota alegría. «Salir de la rutina les encanta, además es una  manera de visualizar la integración social a través de actividades y su participación fuera de la escuela», puntualiza Buyo. 

Gemma Molero, profesora de cerámica de la EADT, guía a los chicos en esta experiencia y explica que «salir de su entorno y conocer un ámbito desconocido, que además es creativo para ellos,  lo valoran de una forma muy especial».

Supone una nueva vía para expresarse y plasmar sus estados de ánimo y sentimientos 

«Para nosotros es agradecido -prosigue Molero- porque ves que les gusta y cómo experimentan a pesar de las dificultades que puedan tener. Hay varios niveles y tipos de deficiencia y como profesora hay algunos con los que te puedes comunicar y guiarlos un poco y para otros es un juego. Es una manera de explorar con las artes plásticas». A nivel artístico, Molero apunta que «más allá de la manera que cogen el pincel, o si les cuesta más o menos, plasman su estado de ánimo». 

El trasfondo de la actividad no es que mejoren la técnica de pintura, nada más lejos. Se trata de una función social con el fin de dar una nueva experiencia enriquecedora para los alumnos de la escuela Sant Rafael. «Lo importante es que puedan hacer una actividad bonita y que salgan contentos de ella», añade Molero. 

Una de las alumnas de segundo curso de pintura de la EADT que acompaña a los chicos y chicas del Sant Rafael en esta experiencia es Rosa Díaz: «Al principio me costaba porque al desconocer cuál sería su reacción, no sabía cómo tratarlos. Pero una vez hablas con ellos y los conoces un poco, ves que son muy abiertos y simpáticos y resulta fácil trabajar con ellos». 

«Para mí es una experiencia nueva -continúa Díaz-, a veces nos centramos mucho en nuestra obra y esta es una manera de ver trabajar a otras personas. Darles la posibilidad de que nos muestren sus maneras de ver el mundo es una experiencia muy enriquecedora».
Foto de familia con las pinturas para cerrar una actividad que significa mucho para los chicos del Sant Rafael. Poder expresarse a través de una forma artística como la pintura no es muy habitual para ellos. Son pinceladas llenas de emociones y inclusión social. 

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