Poca afluencia y mucho calor en la 1ª edición del Summer Market

Después de tres días de actividad, ayer terminó la feria veraniega de artesanía, gastronomía y ocio organizada por la Associació de Botiguers de la ciudad en la Avinguda Lluís Companys

17 julio 2017 09:55 | Actualizado a 17 julio 2017 11:45
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Los diferentes comerciantes y artesanos compartían un sentimiento de decepción al dar por finalizada la primera edición del Summer Market. Después de tres días de actividad, ayer terminó la feria veraniega, organizada por la Associació de Botiguers de Tarragona, que ha llenado la Avinguda Lluís Companys de paradas de artesanía, alimentación y actividades infantiles durante el fin de semana. Los participantes destacaron el calor y la ubicación como las dos causas principales de la escasa afluencia de gente, ya que, habitualmente, este tipo de encuentros se celebraban en la Rambla Nova.

«Esto no es una zona de paso para los tarraconenses», aseguró Nacho Espinosa, responsable de una distribuidora de cerveza artesana de la ciudad. «Aquí la gente sale a ‘tocar ferro’ y poco más, no bajan hasta aquí abajo y menos un domingo, con el Corte Inglés cerrado», afirmó Espinosa. Las consecuencias todavía fueron peores para los feriantes provenientes de otros puntos de Catalunya, como El Hospitalet o Cardedeu, y de otras comunidades autónomas, como Andalucía. «Ni siquiera los vecinos estaban al corriente de la feria, se la encontraban por casualidad», se lamentó el encargado de la parada de hierbas medicinales y cosmética natural procedente de Jaén. 

La organización reconoce que la publicidad no ha servido para atraer a los ciudadanos

La organización reconoce que el esfuerzo publicitario no ha sido suficiente para atraer a los ciudadanos. «Hemos repartido 10.000 flyers, impreso carteles y anunciado el encuentro en la radio, periódicos y redes sociales, pero aun así, no ha servido de nada», declaró Montse Cosialls, dinamizadora de la Associació de Botiguers. La entidad tenía previsto celebrar la feria en la Rambla Nova, como en ocasiones anteriores, pero las recientes decisiones de liberar ese espacio de actos por parte de la Regidoria de Domini Públic se lo impidió. «Anteriormente, hemos sumado entre 70 y 80 paradas, pero esta vez, por culpa del cambio de ubicación, apenas hemos llegado a 50 puestos contando con los ‘food truck’», comentó Cosialls. 

Desde hace unos meses, el Ajuntament anunció su voluntad de proteger la Rambla Nova de la saturación de eventos y repartirlos por otros puntos de la ciudad, como la Avinguda Lluís Companys o la Plaça de Corsini cuando esté habilitada. Según fuentes municipales, tan sólo se ha hecho una excepción con la Fira del Vi y la Fira de l’Oli, ya que se celebran una vez al año, a diferencia de los actos a cargo de la Associació de Botiguers. «Las ferias se irán de la Rambla, tarde o temprano, y tan sólo tendrán lugar las actividades relacionadas con Sant Jordi, Sant Magí, Santa Tecla y Navidades», confirman dichas fuentes.

El Ajuntament quiere proteger la Rambla Nova de la saturación de actos y ferias

A lo largo de los tres días, desde las 11 horas de la mañana hasta las 23 horas, el Summer Market expuso paradas de artesanía con productos del hogar, decoración y alimentación. Esta oferta característica de las ferias de comerciantes, se complementó con la presencia de Food Trucks, la Kids Zone, atracciones ecológicas y talleres infantiles. Además, se celebró una tómbola todas las tardes y sonó música en directo para amenizar las noches. A pesar de que la zona está capacitada para acoger actos de estas características, desde la Associació de Botiguers aseguraron que no quieren volver a repetir una feria en este espacio. «Esperamos poder celebrar los dos certámenes de comerciantes que tenemos planeados para lo que queda de año en otro lugar», dijo Cosialls.

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