El pasado 11 de febrero el mundo científico exclamó algo así como que Einstein tenía razón. El descubrimiento de las ondas gravitacionales que predijo el físico alemán hace un siglo ha revolucionado a la comunidad investigadora. Físicos de Tarragona no son ajenos a la relevancia de este hallazgo. «Es una noticia muy importante pero es la confirmación de lo que se esperaba. Es decir, la bomba habría sido lo contrario, como sucedió con el Bosón de Higgs. Era algo esperado y necesario para que todo cuadrase», cuenta el tarraconense Manel Sanromà, profesor de matemática aplicada en la URV, licenciado en Física y doctor en Astronomía.
«Se sabía que era algo que sucedería pronto. Había mucha expectación. Yo fui uno de los que estaba mirando por internet la presentación y lo viví con la emoción de estar presenciando algo histórico. Habrá un antes y un después», indica Àlex Arenas, doctor en Físicas y director de la Cátedra de Ciencia y Humanismo de la URV. Arenas hace un paralelismo para ilustrar la magnitud del hito: «Nos da una nueva manera de observar el universo, está a la altura del primer telescopio de Galileo Galilei».