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«Mismo trabajo, mismo sueldo» o «no más mentiras, ni promesas incumplidas». Son algunas de las consignas que lanzaron ayer al mediodía delante de la Subdelegación del Gobierno en Tarragona unos 80 policías nacionales y guardias civiles convocados por Jusapol (Asociación Justicia Salarial Policial), que engloba a ambos cuerpos policiales.
Lo mismo se hizo en el resto de subdelegaciones y delegaciones del Gobierno. El objetivo era reivindicar de nuevo la equiparación salarial con las policías autonómicas y las locales.
La asociación reconoce que es una vieja reivindicación, que se remonta a hace más de veinte años, sin que los diferentes gobiernos lo hayan solucionado.
Añaden que los policías autonómicos les superan en unos 600 euros brutos mensuales. Pero además protestan por la pérdida retributiva a la hora de la jubilación, y que el Gobierno no les paga las horas extra sino que las compensa con días libres. Apuntan que desde el 2008 al 2017 les han bajado el sueldo un cinco por ciento.
También observan discriminación laboral en aspectos como la compensación por asistencia a juicios. Jusapol estima que el coste para el Estado de la equiparación salarial superaría los 1.000 millones.
Aunque las reivindicaciones de la asociación Jusapol –que en apenas un mes ya ha salido tres veces a la calle– coinciden con las de los sindicatos policiales y las asociaciones de guardias civiles, estos se han desmarcado de las diferentes convocatorias de protesta, que culminarán el 18 de noviembre con una gran manifestación en Madrid, donde esperan congregar a unas 30.000 personas.
