Por primera vez las muertes ganan a los nacimientos en TGN

Durante la primera mitad de este año la ciudad de Tarragona experimentó, por primera vez, un saldo vegetativo negativo; es decir, se produjeron más defunciones (525) que nacimientos (476). En el conjunto de España este fenómeno ya viene observándose desde 2015.

Los datos de nacimientos y defunciones en la ciudad ya se aproximaban en los últimos años, tal como puede verse en el gráfico adjunto, pero es la primera vez que se invierten.

Son algunas de las conclusiones que se pueden sacar de los datos del movimiento natural de población publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las cifras también dejan otros titulares, como que entre enero y junio de 2019 en España solo nacieron 170.074 niños, la cifra más baja desde 1941, primer año del que hay datos. Son un 6,2 por ciento menos que un año antes.

A pesar de que en la ciudad de Tarragona no se ha registrado un récord de pocos nacimientos, lo cierto es que la tasa de natalidad sigue a la baja. Si en 2014 había 9,64 nacimientos por habitante, en 2017 (último dato disponible) eran 9,12.

También sigue creciendo la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo. En la ciudad el promedio está en los 30,22 años. El 24% de los partos del año pasado fueron por cesárea y hubo 42 alumbramientos prematuros.

Las razones laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral, junto con las económicas, son las responsables de que las mujeres españolas tengan menos hijos de los deseados, según la Encuesta de Fecundidad del propio INE.

Y es que, en España, casi tres de cada cuatro mujeres desea tener al menos dos hijos, pero para ello demandan un aumento de la duración del permiso de maternidad y paternidad, flexibilidad en el horario de trabajo para padres y madres; y una asignación para las familias con hijos menores de 18 años.

En Tarragona es la primera vez que sucede, pero en España es una constante desde 2015

La evolución de la sociedad hacia una mayor igualdad, la falta de corresponsabilidad en el cuidado de los hijos y, por lo tanto, el freno que la maternidad supone para la carrera profesional de las mujeres, son algunos de los argumentos que también esgrimen a la hora de renunciar a tener hijos.

Más esperanza de vida

En lo que se refiere a las defunciones, el año pasado se produjeron en la ciudad 1.072, aunque hay que tener en cuenta que no todos los meses son iguales. Cuando más fallecimientos se registraron fue en invierno (128 en enero). El mes con menos fallecimientos fue septiembre (67).

Por otra parte, la esperanza de vida también continúa en aumento, en la ciudad. En el caso de los hombres está en los 79,69 años y en el de las mujeres en los 85,87.

En el conjunto de España, en el primer semestre murieron 215.478 personas, lo que arroja un saldo vegetativo negativo de 45.404 personas. Por regiones, el saldo fue positivo en la Comunidad de Madrid, donde los nacimientos superaron en 2.840 a las muertes, Murcia (354), Illes Balears (219) y las ciudades autónomas de Melilla (219) y Ceuta (119). En Catalunya, por contra, el saldo fue negativo (-2.996)

Pese a estas cifras, el 2018 fue el tercer año consecutivo de aumento de la población gracias a que los extranjeros que se empadronan en España siguen en aumento.