Por qué parimos en casa

Esta joven pareja, ambos profesores de Secundaria, siguió todo un proceso de información y asesoramiento que le llevó a contactar con el grupo de matronas que acompañan los partos a domicilio en Tarragona 

16 febrero 2018 16:52 | Actualizado a 16 febrero 2018 16:59
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Paula y Sancho decidieron que el nacimiento de Elliot, su primer hijo en común -el tercero para Sancho- tenía que ser algo especial, «íntimo, respetado y consciente». Música, velas, un ambiente acogedor y mucha comunicación con las matronas que los acompañaban. Estaba todo preparado para la llegada del bebé en casa. Sin embargo, al mismo tiempo, conscientes de todos los escenarios posibles que se podían dar, explican que «estaba también todo preparado para ir al hospital de El Vendrell si era necesario»

Esta joven pareja, ambos profesores de Secundaria, siguió todo un proceso de información y asesoramiento que le llevó a contactar con el grupo de matronas que acompañan los partos a domicilio en toda la provincia y que está integrado por Chus Montes -que hace tres décadas que atiende a futuras madres-, Laura, Alba, Elena, Míriam y Ruth.

Responsabilidad compartida

«Acompañar», es el término que ellas utilizan para describir su papel. Explican que «el parto en casa es un trabajo de colaboración y de confianza entre todos. Nosotras no somos las responsables finales de su parto. En casa el protagonismo lo toma la mamá, el bebé y también el padre. Muchas veces la madre, en un centro hospitalario, entrega el poder al profesional, a que tú me ayudes, a que tú me hagas, a que tú me saques el bebé. En casa esto no es así. El parto en casa se lo trabajan los padres».

"En casa el protagonismo lo toma la mamá, el bebé y también el padre"

¿Quién puede?
Dar a luz en el domicilio es una elección por la que cada vez se decantan más padres y en 2017 se atendieron una veintena de partos. Sin embargo, no todo el mundo cumple los requisitos. El primero de ellos, sin duda, es que el embarazo sea de bajo riesgo. Es algo que tienen claro. «Un bebé de nalgas no puede nacer en casa. Un gemelar tampoco», cuentan estas profesionales de la salud.

Hay, no obstante, otros detalles que pueden parecer insignificantes pero que también determinan que se acompañe o no un parto. «Mantenemos un primer encuentro con los futuros padres. Generalmente estamos dos de nosotras presentes para captar, contrastar, para conocernos y ver si hay feeling, si somos la opción que ellos quieren». 

"Fue una experiencia preciosa, nos sentimos muy seguros en todo momento y como no hubo complicaciones, todo fluyó. Nuestro objetivo era dilatar en casa, explorar esa vía, intentarlo"

Añaden que «en ocasiones, decidimos que no porque está clarísimo que ha sido una cosa moderna que no lleva a ningún sitio, porque es un ideal, una idea en la cabeza que no llevan al cuerpo o por la situación que captamos de relación familiar o de pareja. Se trata de un factor en el que insistimos mucho y entonces aconsejamos que se dirijan a un hospital».

En el caso de Paula y Sancho sí hubo feeling. Elliot llegó al mundo como estaba previsto un 29 de diciembre, en un parto en la bañera. Y también puntualmente, a pesar de las fechas, estuvo el equipo de matronas. Sancho asegura que «nos sentíamos con mucha confianza. Fue muy rápido, incluso demasiado, porque Elliot salió como disparado, lo que tuvo repercusiones ya que se produjo un pequeño rasgado. Pero fue una experiencia preciosa, nos sentimos muy seguros en todo momento y como no hubo complicaciones, todo fluyó. Nuestro objetivo era dilatar en casa, explorar esa vía, intentarlo. Y si no podía ser, no cerrarse en banda. Fue una buena experiencia, un poco a pedir de boca, no solo el parto sino también el postparto».

No es posible para todo el mundo

Para poder dar a luz en casa debe ser un embarazo de bajo riesgo. No es posible si el bebé viene de nalgas ni tampoco un gemelar.

¿Qué ocurre con el postparto, ese momento en el que surgen un sinfín de dudas a las que enfrentarse? Este equipo de profesionales no acaba su trabajo con la llegada de los bebés. Acompañan a la pareja desde la semana 37, en que se ponen de guardia y hasta los 40 días de postparto. Es un servicio 24 horas con WhatsApp y teléfono abierto. 

«Es curioso, porque los cuerpos de las mujeres se recuperan muy bien y es el recién nacido el que pasa a ocupar toda la atención», detallan las matronas. Lo más consultado, lagañitas, culo rojo, dificultad en la lactancia por el frenillo... Éste fue precisamente el caso del pequeño Elliot. Paula manifiesta que «el tema de la lactancia fue muy duro hasta los tres meses pero en este sentido también fue un poco más de lo mismo, si estás bien acompañado es más fácil. Durante todo el proceso nos hicieron visitas domiciliarias. Como nosotras no sabemos parar, se me saltaron un par de puntos. Ellas venían a curarme y también enseñaron a Sancho. Nos han ido preguntando incluso cuando ya habíamos cerrado etapa». También destaca que «trabajan con un ritual mexicano que es la cerrada. De alguna manera te cierran los puntos energéticos y ayudan a agradecer a tu cuerpo el proceso y a darle un sentido un poco sagrado. Y esto hay gente que se va a hacerlo a Barcelona». 

Sancho agrega, «todo en casa, a domicilio, eso no tiene precio». Pero sí lo tiene. ¿Cuánto? depende del equipo que acompañe y de la ciudad donde se haga. Pero no lo cubre la Seguridad Social. Añade que «hemos conocido a gente que ha hecho crowdfunding para poder dar a luz en casa, para costearlo. Es una inversión de por vida». 

Tener información, la clave

El parto en casa no es una cuestión de unos pocos profesionales aislados que acompañan por su cuenta y riesgo. En este sentido, la Associació de Llevadores del Part a Casa de Catalunya (ALPACC) trabaja para dar apoyo y formación a las matronas que atienden partos en casa y para coordinarse con los centros hospitalarios. Asimismo, la asociación está a punto de publicar la nueva guía de atención al alumbramiento en casa. Otro de sus objetivos es también que la Sanidad Pública financie este servicio que se lleva a cabo a domicilio, que lo reconozca o que colabore económicamente de alguna manera». 

De hecho, son las mismas matronas que trabajan en la Sanidad Pública las que ofrecen el servicio en casa. A pesar de todo, dar a luz en el hogar no siempre está bien visto. Es como un tabú. Por ello, Paula y Sancho evitaron comunicarlo más allá de la familia más cercana. 

Paula revela que «hay mucho desconocimiento técnico. Nosotros leímos lo que no está escrito. Fuimos a cursos. Ahora podemos hablar de cómo es el proceso, de pé a pá, de qué factores intervienen y qué lo obstaculiza, realmente nos informamos muchísimo.  Cuando la gente no tiene la información cree que realmente te tienen que sacar a tu hijo y te preguntan ¿no te han hecho nada? Es que no te tienen que hacer nada. Ahí está la cosa».

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