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Port Tarraco continúa con su estrategia de abrir sus instalaciones a la ciudadanía y convertirlas en uno de los espacios de ocio de referencia en la ciudad.
Para ello, ha reinventado el ‘ritual’ de hacer el vermut y desde el domingo 6 de mayo hasta el 10 de junio el anfiteatro de la marina estrena un atractivo programa de entretenimiento, ‘Domingos en Port Tarraco’, como calentamiento de la actividad que llegará en los meses de verano con la segunda edición del Sunset Festival y 17 actos en julio, agosto y septiembre.
Los ‘Domingos en Port Tarraco’ proponen un mediodía diferente con tres master class y vermuts temáticos (swing, flamenco, rumba) y otros tres eventos dedicados al deporte (zumba, body combat y sh’bam) para animar a los tarraconenses a disfrutar de la primavera en un espacio privilegiado.
El sello de la propuesta es marcadamente familiar, con atención muy especial a la diversión de los más pequeños aunque sin olvidar a jóvenes y adultos. Además, el aparcamiento es gratuito y todas las terrazas de la marina ofrecerán una degustación de tapas a precios populares.
Balance de gestión
El director general de Port Tarraco, Marc Colls, aprovechó la presentación del programa cultural para hacer balance del recorrido de la marina desde 2011, año en que la actual propiedad asumió la gestión.
A su juicio, la marina –que factura en torno a 6 millones de euros sólo por la explotación de los amarres– vive el mejor momento desde su creación: «El escenario ha cambiado mucho desde que la crisis tocó fondo en 2014; ahora alojamos a 42 empresas en 6.000 metros cuadros alquilados (100% del espacio de oficinas) y somos optimistas para alcanzar la plena ocupación de los locales comerciales, que a día de hoy están al 58,6%».
Port Tarraco ya negocia con empresas de envergadura el alquiler de los espacios de oficina que dejará libre la organización de los Jocs Mediterranis después de julio para mantener la plena ocupación actual.
Por lo que respecta a los locales comerciales, están muy avanzadas las conversaciones para arrendar 600 metros cuadrados (15% del espacio total) a tres empresas, un astillero italiano, una compañía con sede en Niza y otra de servicios náuticos de Tarragona.
Los directivos de Port Tarraco no ocultan los problemas de conectividad –barreras ferroviarias, tránsito de mercancías, acceso de la Plaça dels Carros…– y de degradación de todo el barrio marítimo, aunque creen que proyectos como el de la pasarela peatonal o la reforma del paseo marítimo «son un primer paso que demuestra mayor sensibilidad».
