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«Es como intentar tapar los agujeros de un queso Gruyère», ejemplifica la doctora Montserrat Gens, referente de Calidad y Seguridad de los pacientes en el Camp de Tarragona y directora del CAR de Salou. Se refiere a que todos los sistemas, también el sanitario, tienen flancos por los cuales pueden ‘colarse’ los incidentes indeseados.
Justamente, con el fin de que esos agujeros sean los menos posibles, unos 300 profesionales de los 20 CAP del Institut Català de la Salut, ICS, en el Camp de Tarragona han trabajado en la implantación de una estrategia para mejorar la seguridad de sus 338.769 usuarios.
La estrategia, que dio sus primeros pasos en 2012, ya se lleva a cabo en todo el territorio y acaba de hacerse acreedora del premio de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya i Balears. La reconocen como la «mejor iniciativa de mejora de los servicios sanitarios en atención primaria» de este año.
Variabilidad entre centros
Los primeros pasos del plan se dieron en 2012, cuando el territorio participó como piloto en un plan sobre esta materia del Departament de Salut. En la evaluación se encontró que, aunque los centros deben implantar ciertas medidas, cada uno lo hacía a su manera y en sus tiempos.
Gens da un ejemplo:cuando comenzaron las evaluaciones se encontró que, por ejemplo, cada box de urgencias (hay uno en todos los CAP) estaba organizado de una manera distinta y contaba con materiales diferentes. No es un tema menor, teniendo en cuenta que muchos profesionales deben rotar entre centros.
Ahora estos boxes, además de ser todos iguales y tener la misma dotación, son controlados diariamente al detalle, desde si los aparatos están correctamente calibrados y funcionando o si las medicinas no están caducadas. «En una situación de emergencia no puedes pararte a pensar si la adrenalina está en un sitio o en otro», comenta Gens.
Pero este es apenas uno de los muchos aspectos que, desde la puesta en marcha de la estrategia, se están llevando a cabo en cada CAP sin excepción.
En el caso de los profesionales, por ejemplo, se garantiza que todos los que se incorporan tengan formación específica sobre el funcionamiento del CAPy se le asigna otros profesional que ejerce como mentor.
También se presta especial atención a los medicamentos, uno de los puntos críticos. Se controla periódicamente su caducidad y se vigila dos veces al día la temperatura de la nevera donde se guardan las vacunas.
Igualmente se ha creado un plan para que todos los laboratorios sigan el mismo proceso en la extracción de muestras, teniendo en cuenta que en un CAP se pueden hacer hasta 70 extracciones en una hora.
El control llega también a la información que se dé a los usuarios. «Un paciente bien informado es un paciente más seguro», comenta. Por eso también se han homogeneizado los consejos de salud que se dan a los pacientes para que sean los más adecuados y no varíen según el CAP.
Herramienta informática
Pero controlar toda esta multitud de variables a diario no era sencillo, así que el equipo se propuso la creación de una aplicación informática (la han bautizado como PROSP) que ya está en funcionamiento y cuyas prestaciones se seguirán ampliando.
Con esta herramienta, pionera por sus características en Catalunya y, seguramente, en España, se pueden automatizar todas las listas de verificación que antes se hacían manualmente. Se sabe, además, si los equipos están cumpliendo lo pautado.
A través de la herramienta se puede, además, avisar directamente al responsable si hay algo que no ha ido bien en la revisión, como por ejemplo si hay un aparato dañado.
Finalmente, el sistema también prevé que se notifiquen todos los incidentes relacionados con la seguridad de los pacientes «para asegurarnos de que aprendemos de ello para que no vuelvan a ocurrir», apunta.
