Preocupación por el uso que tendrá la grada del Circ de la Plaça Sedassos

La recuperación e integración urbanística de un tramo de la grada del Circ romà en la Plaça Sedassos ha abierto un amplio debate. Y no tan solo en lo que se refiere al proyecto de reconstrucción, que está despertando algunas críticas por el impacto que generará, sino también por la utilización futura que va a darse a este espacio. ¿Podrá uno sentarse cuando le dé la gana en las gradas? ¿Será un espacio de botellón o tan solo se permitirá el acceso durante un horario determinado?

Son algunos de los aspectos sobre los que se habló en la conferencia organizada por la Reial Societat Arqueològica Tarraconense y en la que participaron la concejal de Patrimoni, Begoña Floria, junto con el arqueólogo municipal, Cris Salom, y el arquitecto, Nacho Álvarez. El encuentro sirvió para presentar las modificaciones que ha realizado sobre el proyecto el Consistorio. Y, precisamente, uno de los aspectos que se han modificado hace referencia al acceso. Éste acabará de determinarse en el proceso participativo que ha abierto la administración local para debatir el uso de los monumentos y que acabará de definirse en el nuevo modelo de gestión que se está cociendo. Pese a ello, la concejalía de Patrimoni ya ha descartado la idea inicial de permitir el acceso de forma indiscriminada. Así lo aseguró la edil responsable de esta área, quien apuntó que «hemos reconducido la idea inicial de forma que no sea una plaza abierta totalmente, sino en determinados momentos». Inicialmente se contempló que las gradas permanecerían abiertas de forma que en cualquier hora del día podría disfrutarse del espacio. Una opción que, por otro lado, contó con críticas como las de la plataforma Farts de Soroll, que anticipó que se convertiría en un espacio de botellón. Por lo que la grada del Circ tendrá un horario de apertura y de cierre. 

Sin una funcionalidad
Las críticas también llegaron por parte del expresidente de la Societat Arqueològica, Rafael Gabriel, quien apuntó que «no me parece acertado aprovechar el espacio para hacer actividades». Aunque la concejal socialista ya dejó claro que «no debemos renunciar a poder vivir una recreación de Tarraco Viva en la grada, con la gente en la plaza. Será maravilloso». 

Especialmente crítica fue la edil de ICV, Arga Sentís, quien lamentó que «debería haberse previsto la funcionalidad antes de iniciar la restauración. Estamos delante de un nuevo ejemplo de que se están haciendo actuaciones sin saber cuál será su funcionalidad».

El conjunto de estos cambios supondrá una demora en el proyecto

Con una capacidad para 150 personas, el proyecto de recuperación de este tramo supone una inversión de 285.000 euros. Aunque la idea inicial ha variado sustancialmente. Y, a pesar de ello, la iniciativa sigue estando sujeta a críticas. El muro de obra a la vista, a base de ladrillos de color crema, ha despertado todas las alarmas entre los expertos en patrimonio. «El impacto visual es importante, pero con el tiempo el color de los ladrillos se parecerá más al de la piedra», argumentó Álvarez. 

En todo caso, los técnicos municipales se escudan en que es un proyecto «reversible» que siempre puede desmontarse. Finalmente tan solo se reconstruirán dos de las tres cajas de gradas que estaban inicialmente previstas y la escalera de acceso será interior. El conjunto de estos cambios supondrá una demora en la finalización del proyecto, que estaba previsto para julio. Floria no concretó un calendario, aunque aseguró que «en todo caso será en menos de un año».