Primer paso para acabar con las grietas en las 600 viviendas de Constantí

Técnicos contratados por el Ayuntamiento trabajan en la constitución de comunidades de propietarios, con el objetivo de poder pedir las subvenciones, cuando llegue el momento

17 agosto 2020 19:10 | Actualizado a 18 agosto 2020 05:51
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Òscar y Cristina llevan un mes recogiendo datos y conociendo a fondo los vecinos de la zona, conocida popularmente como las 600 viviendas de Constantí. El objetivo de estos dos técnicos es constituir comunidades en las escaleras y bloques para que los residentes puedan solicitar las subvenciones y así poner fin a tantos años de pesadilla. Nos referimos a las grietas que sufren algunos edificios del Grup Centcelles. Organizarse es el primer paso para poder solucionar esta situación, según recomiendan desde la Generalitat. Por su parte, el Ayuntamiento de Constantí ejerce de intermediario entre los vecinos y el ente autonómico.

Los daños estructurales en estas viviendas son tan graves que, en algunos casos, entre el rellano y la puerta de entrada al piso hay un agujero de hasta diez centímetros. Los vecinos se han visto obligados a instalar rampas de metal para evitar accidentes. Pero cada uno por libre, ya que hasta el momento, la mayoría de escaleras no están organizadas ni cuentan con presidentes.

El Grup Centcelles –también llamado las 600 viviendas– es una promoción de pisos de protección oficial que se construyó en los años 70 en el municipio. El 20% de los pisos es propiedad de la Agència de l’Habitatge –un órgano que pertenece a la Generalitat–. El 80% restante, de particulares. La mayoría de familias que viven en el barrio no cuentan con suficientes recursos económicos para poder hacer frente a las deficiencias estructurales de sus viviendas, causadas por las arcillas expansivas que forman el subsuelo del municipio.

A principios de marzo, Ayuntamiento y Generalitat acordaban una serie de medidas para resolver las patologías de los inmuebles. Las administraciones se comprometían así a trabajar para buscar una solución definitiva. La Agència de l’Habitatge de Catalunya elaboró un informe, en el que se contempla la valoración estimada de las actuaciones a realizar, que asciende a medio millón de euros. La Generalitat abre la puerta a que los vecinos puedan pedir subvenciones para hacer frente a estos gastos.

Una de las medidas que pone como condición es trabajar para la constitución de las comunidades de propietarios en los inmuebles del barrio. El Ayuntamiento, mediante concurso, ha contratado a una empresa que se encarga de ello. Òscar y Cristina son los técnicos en cuestión. Llevan más de un mes trabajando en la zona.

Dar las herramientas

«Nuestra tarea se centra en ir puerta a puerta y conocer a los vecinos. Buscamos al presidente o al referente de la escalera. A partir de aquí, intentamos darles las herramientas para que se constituyen como comunidad de propietarios», explica Òscar Salvadó, uno de los técnicos, quien añade que «nos hemos encontrado con un barrio muy especial, que no se parece a ninguna de las zonas marginales donde hemos trabajado anteriormente». El recibimiento por parte de los vecinos ha sido muy bueno. Hay buenas expectativas. Según Cristina Lara, otra técnica, explica que «es totalmente necesario constituir las comunidades para el mantenimiento de un edificio». Lara añade que «una vez realizado el primer paso, estos vecinos ya podrán pedir las ayudas para solucionar su problemática».

Uno de los bloques más afectados es el número 1 de la calle dels Horts. Allí vive Ibrahim Souti. Desde la puerta de su casa hasta la escalera hay unos diez centímetros de distancia. Tuvo que fabricarse una rampa. «Vine aquí a vivir en el año 2013. El gestor me prometió que en tres meses, el problema de las grietas estaría solucionado. Era todo falso», explica Ibrahim Souti, quien asegura que le da miedo que sus hijos suban por las escaleras. Òscar y Cristina lo tienen a él como referencia, para empezar a iniciar los trámites de la comunidad. «Cualquier persona que nos quiera ayudar, será bienvenida», dice Ibrahim.

Por su parte, la concejala de Gent Gran, Acció Social i Habitatge del Ayuntamiento de Constantí, Virginia Bautista, asegura que el Consistorio ejerce de intermediario entre los vecinos y la Generalitat. «Estamos dispuestos a dar todo lo que podamos para encontrar, de una vez por todas, la solución a este problema», acaba Bautista.

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