Cuarenta y cinco días de prisión –que se sustituyen por multa de 270 euros– y el pago de una multa de 270 euros. Es la pena que impuso en su día el Juzgado de lo Penal 4 de Tarragona a un conductor que presentó un permiso de circulación falso así como un permiso de conducir auténtico pero que ya no estaba en vigor.
El procesado es un ciudadano ruso en situación irregular en España. Una patrulla de los Mossos d’Esquadra realizaba, el 28 de junio de 2010, un control preventivo de alcoholemia.
Los agentes pararon al conductor. A la hora de mostrar su documentación exhibió «con ánimo de engañar a los agentes y con conocimiento de su falsedad» un permiso de circulación de la Federación Rusa.
No presentaba las medidas o elementos de seguridad propios, estaba impreso mediante una reproducción fotomecánica de color de poca definición. Con luz ultravioleta tenía un aspecto blanquecino.
El sello húmedo no había sido estampado, sino impreso. El documento falsificado constaba de una fotografía del acusado y todos sus datos personales.
El conductor también llevaba el permiso de conducir auténtico, pero ya no estaba en vigor en la fecha de los hechos.