Proliferan los robos en los párkings de los súpers

Mientras uno de los ladrones entretiene a la víctima diciéndole que se le han caído llaves o monedas, otro roba lo que hay en el asiento del acompañante. Este año se han dado 77 casos

11 octubre 2021 09:51 | Actualizado a 11 octubre 2021 10:02
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Desde hace unos meses se ha convertido en el sistema de ‘moda’ para sustraer principalmente bolsos en vehículos aparcados en grandes establecimientos comerciales aprovechando la distracción –o haciéndola distraer– de la víctima. Con la excusa de que se le han caído las llaves o unas monedas, uno de los delincuentes la entretiene, otro le coge el bolso del asiento del acompañante mientras el tercero espera al volante de un vehículo. 

El hurto de la siembra –como así se denomina esta práctica– se ha utilizado este año al menos en 77 ocasiones en la demarcación, según los datos facilitados por los Mossos d’Esquadra. Siempre son zonas comerciales con salida a una vía rápida. 
Si bien el boom de este tipo de hurto se ha comenzado a dar este año, durante el pasado se habían ya dado casos aislados. «Son personas con mucha movilidad. Tanto pueden actuar aquí en Tarragona como en Girona o en Lleida», apunta el Diari el cabo Jesús, que está al frente del Grup de Delinqüència Urbana del Àrea Bàsica Policial del Tarragonès (ABP) de los Mossos d’Esquadra. 

«Un sistema que les funciona»

El responsable policial reconoce que «desde hace un tiempo estos grupos han visto que les funciona muy bien el sistema de dejar caer unas llaves o unas monedas para distraer a la víctima». Algunos de los integrantes de estos grupos organizados se dedicaban antes a un sistema similar, pero en las autopistas. Era el ‘método peruano’. Hacían creer a un conductor que había pinchado la rueda y cuando el incrédulo bajaba a comprobarlo, los ladrones le cogían lo que llevase en el asiento del acompañante. Se sabe que son los mismos por los antecedentes policiales que tienen. Muchos habían sido arrestados años atrás en las autopistas, según su historial delictivo. 

Los autores nunca utilizan la violencia. Saben que por un delito de hurto, en caso de ser cogidos, serán condenados a pena de multa. En cambio, si utilizan la violencia el castigo puede llegar a los cinco años de prisión. 

El cabo de los Mossos d’Esquadra asegura que en el caso del Tarragonès, estas bandas actúan en supermercados que están a pie de la C-31b –de Salou a Tarragona–, de la antigua N-340, en Campclar, en el polígono Francolí o en Les Gavarres. Pero su ámbito de acción no es solo la ciudad de Tarragona,  sino que lo hacen desde La Canonja a Roda de Berà. Saben que cerca tienen una vía rápida para poder huir. 

Los autores son de origen sudamericano, aunque muchos dicen que son cubanos, porque no hay tratado de extradición con aquel país. Viven en alguna ciudad del cinturón barcelonés. Durante su trayecto a Tarragona –o bien de vuelta a casa– suelen dar más de un palo. 

Jesús asegura que estos ladrones «son muy repetitivos en la técnica. Son grupos de como mínimo tres personas, uno de los cuales nunca baja del vehículo. Pasan por la zona de estacionamiento y bajan dos o tres individuos, que se van comunicando entre ellos por móvil o auriculares. Solo con la mirada y con señas indican cuál será la próxima víctima. Antes de robar lo estudian, no es una cosa espontánea». «En definitiva, son profesionales de este tipo de sustracciones».

Difíciles de detectar

El cabo reconoce que estos delincuentes «son difíciles de detectar, por mucha prevención de hagamos en los párkings de supermercados. Tenemos un coche de paisano que vigila estas zonas».

En cuanto a las víctimas, suelen ser personas mayores, «porque son más confiadas o porque después tienen más dificultad a la hora de poderlos identificar». 

Precisamente, en la comarca del Tarragonès es donde se han dado más casos. En los primeros ocho meses de este año se han presentado 34 denuncias. Destaca el mes de abril con ocho. Y los municipios afectados son Tarragona, Altafulla, Creixell y Roda de Berà.

En el ámbito territorial de la comisaría de distrito de Cambrils han sido siete: cuatro en Cambrils, dos en Vinyols y uno en L’Hospitalet. 

En el Baix Penedès han sido la mitad, 17 –de los que tres están resultados y otros tres en vías de hacerlo–, tres menos que en el Baix Ebre, donde los hurtos están bastante repartidos entre los meses. En esta comarca se han dado casos en Deltebre (tres), L’Ametlla de Mar (cinco) y Tortosa (once). El botín que consiguieron en el Baix Ebre son monedas –en uno de los casos 550 euros– llaves, documentación, tarjetas de crédito, teléfonos móviles e incluso un objetivo de una cámara de fotos.  Los dos últimos casos se produjeron en los dos primeros días de este mes en el parking del supermercado de Tortosa. En uno de los casos sustrajeron documentación, tarjetas, 100 euros, un móvil y lotería; en el otro, un móvil y 360 euros.

Las víctimas no suelen reconocer a los ladrones. Cuando se les enseña el álbum con fotografías de personas que pueden ser las autoras, no los identifican. En este caso, es crucial el trabajo policial. Los delincuentes utilizan las tarjetas para comprar y entonces sí que se pueden reconocer gracias a las cámaras de seguridad. Y ello a pesar de que suelen cubrirse el rostro con mascarilla o con gorra.

El hecho de que haya diferentes grupos actuando en la misma zona se constata durante unos arrestos efectuados por los Mossos.  Los Mossos detuvieron el 15 de abril a cuatro personas acusadas de cometer un hurto al descuido en el aparcamiento de un supermercado de L’Ametlla de Mar. Mientras los sospechosos estaban todavía en dependencias policiales, otro grupo actuó en el mismo lugar al día siguiente –la víctima fue un hombre de 77 años–. Y esa misma jornada se produjeron hechos similares en Tortosa. En todos los casos había el mismo modus operandi. Los detenidos fueron dos ciudadanos peruanos –un hombre de 22 años y una mujer de 47–, un cubano de 24 y un venezolano de 41. Dijeron ser vecinos de Barcelona.

El año pasado

Aunque este tipo de hurto se ha disparado notablemente este año, el pasado ya se daba e incluso también se realizaron detenciones. Así, el 19 de octubre los Mossos arrestaron a cuatro miembros de una banda. Ese día, una mujer estaba cargando la compra en su vehículo en el aparcamiento de un centro comercial de L’Ametlla de Mar. Dejó el monedero en el asiento, lo que fue aprovechada por los ladrones para cogerlo. Eran tres hombres y una mujer.

Las características de los sospechosos fueron pasadas a las patrullas. Una que circulaba por la N-340, a la altura de L’Ampolla, vio el vehículo sospechoso –un Ford Fiesta–  circulando sentido sur. Los agentes hicieron señales al conductor para que se detuviera. Pero éste hizo caso omiso y aceleró. Es una iniciar una persecución del turismo, que iba a 150 km/h de forma temeraria.

Una patrulla paró el tráfico a la altura de L’Aldea, provocando una retención. Cuando llegó el Ford Fiesta, al ver los vehículos parados, intentó dar media vuelta, embistiendo al patrulla que la estaba persiguiendo. Los cuatro ocupantes bajaron del vehículo y fueron detenidos. Eran tres ciudadanos naturales de Perú de 37, 20 y 28 años, y una mujer de nacionalidad cubana de 20 años y sin antecedentes policiales. En cambio, uno de los hombres había sido ya arrestado en 17 ocasiones y otro, en siete. Uno de los arrestados ya lo había sido el día 15 por una patrulla de la Policía Local de L’Arboç por unos hechos similares.

El método de la siembra se ha incrementado este año en la demarcación. Sin embargo no es exclusivo de Tarragona, ni tampoco de Catalunya, sino que está extendido en toda España.

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