Punto de inflexión para la Feria de Abril

La organización asegura que el número de visitantes ha duplicado el del año pasado, llegando a las 30.000 personas

02 mayo 2018 09:16 | Actualizado a 02 mayo 2018 09:51
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Ni la intermitente lluvia pudo deslucir la Feria de Abril de Bonavista, que este año ha vuelto con más fuerza que nunca y con el formato tradicional, el de las casetas. La fiesta empezó la tarde del viernes y acabó ayer, a las doce de la noche. Horas y horas de baile, de pescaíto frito, de rebujito y de atracciones.

Esta Feria de Abril ha significado un punto de inflexión. Y es que en 2012, fruto de la crisis económica, Ayuntamiento y entidades decidieron cambiar el funcionamiento, instalando una única carpa en medio del descampado. No funcionó. Y cuando la Feria de Abril parecía dejar de tener público e interés, llegaron los valientes. El resultado ha sido que 30.000 personas han accedido al recinto durante estos cinco días. Un éxito inesperado, aseguran. 

No se notaba que ayer era el último día de Feria. Las casetas estaban llenas. Al mediodía, el paseo de caballos concentró todas las miradas. A la hora de comer, cada uno en su carpa, con los suyos. Empezaba la despedida entre bailes.

En una de las casetas se encontraba una de aquellas personas valientes, que se ha encargado de devolver la ilusión al colectivo andaluz. Ella era Charo García, presidenta de la Casa de Andalucía y alma mater de la Feria. Apenas le quedaba voz. «El momento más emotivo fue la inauguración. Lo habíamos conseguido. Un centenar de personas estaban esperando a las puertas de la Feria. Con la carpa única no pasó nunca esto», explicaba ayer Charo. 

A escasos metros se encontraba José Martín, dando vueltas a la barbacoa gigante giratoria. Es el propietario del mesón de la Feria. Durante los años de carpa única, José era el único que servía comida. En cambio, este año, todas las casetas contaban con cocina.

«Cuando Charo me llamó, pensé en decirle que no veníamos. Yo auguraba que sería un desastre, como las últimas ediciones. Pero me equivoqué. Ha ido muy bien, y el motivo es la diversidad de ambientes y casetas. La gente tiene dónde elegir y esto lo agradecen», explica José, quien la noche del sábado se dirigió a la caseta de Charo para felicitarla por la organización. 

La gente tiene donde elegir, y esto lo agradecen

Otra de las novedades destacadas de esta Feria ha sido la presencia de seguridad privada en todas las casetas y en el recinto. También la participación de la Asociación de Vecinos de Bonavista, que presumía de caseta con las actuaciones de los miembros de la  escuela de flamenco Torre del Loro.

Se acercaban las seis de la tarde e Indira, Nayara e Indara se preparaban con su vestido amarillo de lunares para subir al escenario. Tienen entre 7 y 10 años, vecinas de Torreforta y bailarinas de la academia Global Gym. Sus madres, más nerviosas, y a la vez orgullosas, las ponían a punto. Empezaba la última tarde de Feria. El éxito de esta edición será recordada por todos los que han disfrutado de ella. El año que viene más.

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